NUEVA YORK — Para cuando Jake Paul camine hacia el centro del ring y mire a Gervonta Davis directamente a la cara, tendrá varias ventajas de su lado.

Para empezar, su enfrentamiento del 14 de noviembre se llevará a cabo en un peso pactado de 195 libras, 60 libras más alto que la categoría de peso normal de Davis. También tendrá una ventaja de ocho pulgadas en altura y una asombrosa ventaja de nueve pulgadas en alcance.

Incluso con todo inclinado a su favor, Paul (12-1, 7 nocauts) cree que el invicto campeón ligero de la AMB le dará una pelea tremenda.

“Este es un peleador del Top 10 libra por libra”, dijo Paul durante su conferencia de prensa en Nueva York.

Aunque Paul se tomó el tiempo de elogiarlo, Davis (30-0-1, 28 nocauts) no lució como su yo dominante habitual la última vez que se le vio. Por primera vez en su carrera, el zurdo de 30 años no tuvo la mano levantada en señal de victoria, ya que se vio obligado a conformarse con un empate mayoritario contra Lamont Roach el 1 de marzo en el Barclays Center de Brooklyn.

La mayoría asumió que tendrían una revancha. Sin embargo, Paul apareció con una oferta que Davis no pudo rechazar. Ante la oportunidad de hacer dinero generacional, Davis aceptó.

Paul todavía busca respeto. No lo encontró después de las victorias sobre un Mike Tyson de casi 60 años y un Julio César Chávez Jr. muy desgastado.

Es debatible si Paul conseguirá la admiración que está buscando si sale victorioso frente a Davis, especialmente considerando la diferencia de tamaño, en una exhibición.

Paul sabe que Davis, a diferencia de varios de sus oponentes, es una verdadera fuerza.

“Definitivamente esta es la prueba más dura”, dijo Paul.