Jack Massey ha pasado el último año en unas circunstancias tristemente familiares.

A pesar de sus mejores esfuerzos, el peso crucero de 32 años se ha convertido en un veterano del arte de la espera.

En enero de 2023, y sin encontrar a nadie dispuesto a enfrentarlo en las 200 libras, Massey (22-3, 12 KOs) decidió arriesgarse y aceptar un peligroso combate en peso pesado contra el excampeón de la OMB, Joseph Parker.

Pensando que una victoria le cambiaría la vida, pero que una actuación meritoria bastaría para hacerse un nombre, Massey lo dio todo en los 10 asaltos. Salió derrotado por decisión, pero con una reputación reforzada.

Sin embargo, en lugar de convertirlo en una figura importante nuevamente en el peso crucero, su sólido desempeño pareció asustar aún más a sus rivales de división, y pasó doce meses fuera del ring buscando una pelea.

En 2024, la marea cambió. Tras comenzar el año con un nocaut en el primer asalto ante Steve Ntere, superó por puntos a Isaac Chamberlain para conquistar el título europeo. Esa victoria le valió un viaje a Arabia Saudita y una oportunidad por los títulos del Ring Magazine y la FIB de Jai Opetaia.

Massey ofreció una valiente actuación, pero el excelente australiano fue demasiado para él y retuvo su cinturón con un nocaut técnico en el sexto asalto.

Massey volvió a encontrar imposible capitalizar el impulso mediático y ha pasado otro año frustrante esperando una oportunidad.

Finalmente, ya tiene fecha.

El 29 de noviembre, Massey se enfrentará al argentino Iván Gabriel García (10-4-1, 10 KOs) a ocho asaltos. La pelea formará parte del primer evento de Boxxer bajo su nuevo acuerdo televisivo con la BBC.

García quizá no sea el nombre que Massey esperaba, pero al menos finalmente tiene un oponente en quien concentrarse.

“Ha pasado casi un año desde aquella pelea en Arabia Saudita”, dijo Massey a The Ring.

“Hemos estado esperando una pelea de regreso a ocho asaltos y luego volver al ruedo por algún tipo de título después.

A la edad que tengo ahora, no quieres estar fuera del ring. Honestamente, he estado en el gimnasio desde Año Nuevo, solo entrenando. Literalmente, solo entrenando. Hemos estado persiguiendo la zanahoria. He tenido que mantenerme enfocado. Casi parecía que tenía fechas de pelea, pero nunca se concretaban.

Ha sido estresante.”

Durante mucho tiempo, una pelea entre Massey y su compañero de promotora en Boxxer, Chris Billam-Smith (21-2, 13 KOs), parecía inevitable.

Ambos se enfrentaron como amateurs —Massey venció a Billam-Smith en la final del prestigioso torneo ABA de 2013—, pero sus caminos aún no se han cruzado como profesionales.

Billam-Smith, excampeón mundial de la OMB, ya ha logrado todo lo que se propuso y más, y ahora se centra en asegurar un futuro cómodo para él y su familia.

El boxeador de Bournemouth sigue siendo el contendiente número uno del ranking de la OMB y fue recientemente designado para enfrentarse al alemán Roman Fress por el título interino.

SES Promotions fue la única promotora en presentar una oferta y ganó los derechos del combate con una puja de 156.921 dólares. Buscando claramente una opción más lucrativa, Billam-Smith no notificó al organismo su participación antes del plazo establecido.

Massey, por su parte, aún tiene mucho por lograr. Aunque saltaría encantado a un enfrentamiento que todavía sería un gran duelo doméstico, tiene su propia familia joven y comprende las razones de Billam-Smith. Sabe que su nombre por sí solo no bastará para atraerlo al ring.

“Lo entiendo. Obviamente, es una cuestión de: ‘¿Qué gana él con esto?’”, dijo Massey.

“Él ya ha sido campeón mundial; yo he peleado por un título mundial. Si organizamos la pelea como eliminatoria por un título, entonces tiene sentido. Creo que lo que él intenta hacer es ir directamente por otro título mundial. Tendremos que ver qué pasa.

Primero superar esta pelea, y luego empujar por eso.”