A veces, la vida golpea rápido. Pablo Valdez sabe exactamente lo que eso significa.

Desde joven, Valdez (9-0, 8 KOs) era considerado un buen boxeador, pero tras rodearse de malas compañías, terminó envuelto en problemas legales que lo llevaron a cumplir una condena de ocho años en prisión. Una vez cumplida su sentencia, el oriundo de Nueva York intentó retomar su carrera en el boxeo.

El camino ha sido lento pero constante, y finalmente ha comenzado a generar el impulso que tanto buscaba. La inactividad lo ha afectado —pelear una vez al año no le ha ayudado—, pero cada vez que ha tenido una oportunidad, ha brillado, aunque frente a rivales de bajo nivel.

El boxeo siempre le ha tendido la mano, pero a sus 42 años —una edad poco común para un invicto en ascenso—, Valdez nunca había hablado abiertamente sobre llegar a la cima. Los cinturones siempre le parecieron algo lejano, casi secundario. Sin embargo, con un récord impecable y una exposición creciente en carteleras de DAZN, su discurso está cambiando y empieza a trazarse nuevas metas.

"Quiero una oportunidad por un título, la verdad", confesó Valdez a The Ring en una entrevista reciente. "Eso es lo que quiero."

Antes de mencionar a los campeones como el monarca del CMB, Sebastián Fundora, el titular de la FIB, Bakhram Murtazaliev, y el resto de los contendientes de la división superwélter, Valdez tiene primero una tarea por cumplir.

En solo unas horas, “Pretty Boy” Pablo enfrentará a César Díaz en el Hulu Theater del Madison Square Garden de Nueva York, como parte de la transmisión de cuatro combates de DAZN, encabezada por la primera defensa del título mundial superligero de la FIB de Richardson Hitchins ante George Kambosos Jr.

Llegar a un récord de 10-0 es importante, pero impresionar a la afición de su ciudad natal es aún más motivante. Díaz (9-1, 4 KOs) no será un rival fácil; llega a la pelea con una racha de tres nocauts consecutivos y promete que serán cuatro tras este fin de semana.

Con solo unas horas por delante, Valdez no contempla la derrota, aunque reconoce que le cuesta visualizar exactamente cómo se desarrollará el combate. Para él, todo depende del enfoque con el que Díaz se suba al ring, en esta pelea pactada a ocho asaltos.

"Depende de lo que él quiera hacer," continuó Valdez. "Si se queda ahí a fajarse conmigo, lo voy a noquear en seco. Si se la pasa corriendo por todo el ring, me llevaré la decisión."