Henry Turner está convencido de que será un peleador completamente distinto ahora que compite en el peso wélter.

Hace seis meses, el múltiple campeón nacional amateur sufrió la primera derrota de su carrera profesional, cuando fue superado y obligado a retirarse tras nueve asaltos en su combate por los títulos británico y de la Commonwealth del peso superligero ante Jack Rafferty. Turner decidió dejar la división de las 140 libras inmediatamente después de aquella noche.

En marzo, hizo su debut en las 147 libras y despachó al argentino Miguel Antin en menos de un asalto.

Detener a Antin tan rápidamente no generó temor entre los rivales de su nueva categoría, pero esos dos minutos en el ring sirvieron para devolverle la confianza al zurdo británico, de apenas 24 años.

“Creo que se trataba simplemente de demostrar que una derrota no iba a afectarme,” dijo Turner (14-1, 6 KOs) a The Ring. “Solo quería subir al ring, dar una buena actuación y demostrarle a la gente que esto no ha terminado.

Aunque no fue una pelea difícil, todavía sientes nervios al subir y tienes cosas rondando en la cabeza. Quieres quitártelo de encima cuanto antes.”

Turner se mostró fuerte y dominante como wélter ante Antin.

La decisión de subir de peso no fue precipitada ni una estrategia para reinventar su carrera tras la derrota. Fue una necesidad física, algo que él y su equipo ya venían considerando incluso antes del combate con Rafferty.

En lugar de evitarse mutuamente, Turner y Rafferty decidieron poner sus récords invictos en juego en una pelea que, a la larga, será valiosa para ambos. Turner boxeó con brillantez, pero tuvo que esforzarse al máximo en cada segundo del combate. Finalmente, la presión incesante de Rafferty y su trabajo al cuerpo marcaron la diferencia, y su entrenador, Al Smith, decidió detener la pelea para preservar la integridad de su boxeador.

Para muchos, la primera derrota sirve para revelar carencias o debilidades. En el caso de Turner, le enseñó duramente las consecuencias de llevar su cuerpo de 1,78 m al límite para dar el peso. Pero también le confirmó que tiene la calidad para competir a nivel de campeonato.

“Había estado en el gimnasio desde la pelea anterior. Si no me hubieran dado la oportunidad por los títulos británico y de la Commonwealth, probablemente habría subido de categoría ya en ese momento,” explicó.

“Me nombraron retador obligatorio y dije: ‘Me quedaré en el gimnasio, haré el peso lo mejor que pueda y lo intentaré’. Incluso si hubiera ganado esa noche, no creo que hubiera podido defenderlo.

En los primeros siete u ocho asaltos, honestamente, pensé que todo estaba saliendo perfecto.”

“En el gimnasio hacía 12 asaltos sin problema. Muchos dijeron que me faltó aire, pero no fue falta de condición. Entrené muy duro, estaba en excelente forma. Mi ritmo cardíaco en reposo era de 32 o 33. Ridículo.

No puedes quitarle tanto peso al cuerpo y esperar rendir igual.

No pongo excusas. Boxeé lo mejor que pude. Jack acertó en su planteamiento esa noche y yo no. Su paciencia dio resultado y no se le puede quitar mérito.

Ahora está volando. Ya venció a otros dos buenos rivales. Personalmente, creo que Jack es una fuerza a tener en cuenta en el superligero. Sinceramente, creo que le gana a la mayoría.”

Aunque Turner tendrá que trabajar duro para mantenerse en las 147 libras, está convencido de que esos 3.2 kilos adicionales le permitirán convertirse en un contendiente serio en la nueva categoría.

Y no hay tiempo que perder. El peso wélter británico está repleto de nombres atractivos y posibles objetivos: Josh Taylor, Paddy Donovan y Lewis Crocker lideran la lista. El campeón británico Conah Walker espera fecha para defender su título ante Liam Taylor, mientras que el talentoso Constantin Ursu se coronó recientemente campeón de la Commonwealth.

Otros nombres importantes en la escena nacional son Ekow Essuman, Harlem Eubank y Michael McKinson, aunque Turner ve a Pat McCormack como una de sus amenazas más serias a futuro.

La derrota ante Rafferty no parece haberle puesto límites a sus ambiciones. Al contrario, podría haber sido el detonante de su evolución.

“Esos objetivos son totalmente alcanzables,” aseguró.

“Peleas como la de Conah Walker, Liam Taylor, esas me encantaría tomarlas ya mismo. Sinceramente, creo que tengo lo necesario para vencer a todos esos rivales. Pero claro, ellos tienen mandatorias y ahora que estoy en el peso wélter, tengo que ganarme de nuevo esa posición.”

“Incluso el campeón europeo Samuel Molina, son peleas que me encantarían.

Si pudiera, me gustaría ir por un título plata de la EBU, algo que me ponga en posición obligatoria para pelear por el título europeo. Ganar eso, y con suerte, que se abra la posibilidad por el británico. Tal vez pelear por el británico, el europeo y el de la Commonwealth. Nunca se sabe.”

“Esa sería la situación ideal. Pero aceptaré lo que se presente, cualquier título u oportunidad que surja.”