Silenciosamente,
Gilberto 'Zurdo' Ramírez ha construido una carrera impresionante.
Salvo por su actuación apática contra
Dmitry Bivol en 2022, el púgil de 33 años ha lucido increíblemente sólido. Con títulos mundiales en las divisiones de 168 y 175 libras, Ramírez recientemente convirtió la categoría de peso crucero en su nuevo terreno de dominio.
No le tomó mucho tiempo conseguir un par de títulos. Pero incluso con los cinturones de la AMB y la OMB en su poder, Ramírez quiere ganar más.
Jai Opetaia, el actual campeón de The Ring y la FIB, es un nombre que le interesa, pero no de inmediato. Antes de que Ramírez ponga a Opetaia en la mira, le encantaría arrebatarle otro cinturón a un campeón distinto.
“Badou Jack”, dijo Ramírez a ESNEWS.com cuando se le preguntó qué pelea tiene sentido a continuación. “Él tiene el cinturón.”
El dinero siempre es algo bueno de tener. Permite a los boxeadores vivir cómodamente a su ritmo mientras esperan a que surja la próxima oportunidad.
En algún momento, Ramírez (47-1, 30 nocauts) podrá relajarse y disfrutar a tiempo completo de los frutos de su trabajo, p
ero primero tiene un compromiso ante Yuniel Dorticós el 28 de junio. Jack, por su parte, tiene algo de tiempo libre antes de volver al ring.
La actividad no ha sido amiga del veterano de 41 años en los últimos años. Peleó solo una vez en 2023, se ausentó completamente en 2024, pero regresó al cuadrilátero a principios de este mes en la cartelera de respaldo del combate entre Canelo Álvarez y William Scull en Riad, Arabia Saudita.
Aunque normalmente es fuerte y preciso, el campeón del CMB lució fuera de ritmo ante Noel Mikaelian,
pero finalmente ganó por una decisión cerrada.Como resultado, su reputación se vio afectada, pero Ramírez no le da demasiada importancia. En cuanto a cuándo espera compartir el ring con sus compañeros campeones crucero, no está del todo seguro. Lo que sí puede decir con confianza es que, cuando se despeje el panorama y se le pida al mejor crucero que dé un paso al frente con todos los cinturones en mano, él sabe que será el elegido.
“Yo soy el verdadero.”