Después de perseguir a Otto Wallin por el Co-Op Live Arena de Mánchester durante 12 asaltos el sábado por la noche, Derek Chisora llamó al ring a un trío de raperos británicos y les pidió que sostuvieran carteles con las imágenes del excampeón indiscutido y actual campeón unificado de peso pesado, Oleksandr Usyk, el dos veces campeón unificado, Anthony Joshua, y el actual rey de la IBF, Daniel Dubois.

El veterano peso pesado luego anunció que dejaría que la eufórica multitud decidiera a quién debería enfrentar en la que será su quincuagésima y última pelea.

Chisora, con un récord de 36-13 (23 nocauts), derribó en dos ocasiones a un decepcionante Wallin, 27-3 (15 nocauts), en camino a una amplia decisión unánime, y el combate número 49 de su agitada carrera terminó siendo una de sus victorias más convincentes. En la conferencia de prensa posterior a la pelea, el boxeador de 41 años declaró que siente que se ha ganado el derecho de despedirse del deporte con "algo grande".

Si Chisora hubiera tenido que esforzarse al máximo y volver a pasar por el infierno para derrotar a Wallin, habría sido más fácil convencerlo de que se despidiera enfrentando a un oponente elegido a medida.

Sin embargo, aparte de un corte severo sobre su ojo derecho, Chisora acumuló menos daño del habitual ante el reticente sueco.

Encontrar un oponente que le brinde a Chisora la ocasión que le permita llenar cualquier ambición pendiente y retirarse satisfecho con sus logros es una cosa. Encontrarle un rival que genere la atención deseada pero que no le represente un desafío demasiado peligroso y complicado en esta etapa de su carrera es otra.

Chisora se elevó al puesto número dos en el ranking de la IBF tras vencer a Wallin, pero si decidiera esperar una oportunidad por el título, se encontraría en una larga fila y sin tiempo de sobra.

Dubois está a menos de dos semanas de defender su título contra Joseph Parker el 22 de febrero en la cartelera estelar de Riad, Arabia Saudita, mientras que el nigeriano Efe Ajagba y el congoleño Martin Bakole se enfrentarán en mayo en un combate eliminatorio final por el cinturón del londinense.

Dadas las circunstancias, parece más probable que Chisora busque un oponente de alto perfil y renombre para su última pelea en lugar de esperar a que se resuelva la situación del título de la IBF.

En la conferencia de prensa posterior a la pelea, el promotor del Salón de la Fama, Frank Warren, sugirió que dejará que Chisora decida el camino que quiere tomar, pero insistió en que vencer a Wallin con tanta facilidad no debería convencerlo de prolongar su carrera.

"¿Qué es un oponente legítimo? Bueno, acaba de ganar un combate eliminatorio por el título de la IBF, así que en tu quincuagésima pelea, ¿qué quieres hacer? ¿Quieres pelear por un título o quieres ir donde está el dinero? Esa es su elección", dijo Warren a The Ring.

"Mira, el boxeo es un negocio peligroso para cualquier peleador, especialmente cuando llegas a su edad y —puede que lo moleste— pero espero que cuando llegue a 50 peleas, no diga que quiere una 51ª y una 52ª, porque esto al final pasa factura. No hay duda de ello.

"Solo quiero que logre su sueño de tener 50 peleas y nada más".