ANAHEIM, California — Floyd Schofield se retiró de una pelea pactada ante el campeón ligero Shakur Stevenson apenas cuatro días antes del evento en febrero, sin ofrecer una explicación clara. La decisión generó dudas sobre su carácter y compromiso.

Sin embargo, lo que sea que lo afectó entonces, quedó totalmente atrás este sábado por la noche en la cartelera Jake Paul vs. Julio César Chávez Jr. en el Honda Center.

El invicto peso ligero noqueó al excampeón mundial Tevin Farmer antes de que muchos aficionados se acomodaran en sus asientos. Lo derribó dos veces y obligó al árbitro a detener la contienda apenas 1:18 después del primer campanazo en una pelea pactada a 10 asaltos.

Era justo la clase de declaración que Schofield necesitaba tras los acontecimientos de principios de año.

“Es como si me hubiera quitado un peso de encima,” dijo Schofield sobre el ring. “Desde lo que pasó, la gente ha dudado de mí. Muchos pensaban que no iba a ganar esta pelea... Estuve deprimido. Quise dejar el boxeo...

“Pero mi padre me mantuvo enfocado, mi bebé también me mantuvo enfocado. Voy a pelear hasta la muerte. Quiero que mi hijo sepa que su papá fue un guerrero.”

Schofield (19-0, 13 KOs) conectó el golpe más contundente del combate a unos 30 segundos del inicio: un derechazo que mandó a Farmer (33-9-1, 8 KOs) directo a la lona.

Farmer logró ponerse de pie, pero estaba seriamente lastimado. Schofield lo presionó con una ráfaga de golpes duros, provocando una segunda caída. Aunque Farmer volvió a levantarse, otra andanada de Schofield convenció al árbitro de que no podía continuar defendiendo de forma segura.

Tras la victoria, Schofield y su promotor, Oscar De La Hoya, dejaron claro que quieren otra oportunidad frente a Shakur Stevenson, siempre y cuando el monarca supere a William Zepeda.

“Shakur más vale que esté concentrado, porque voy por él,” advirtió Schofield.

Por su parte, De La Hoya declaró: “Esta noche han visto a la futura estrella de las 135 libras. A partir de ahora, todos están advertidos.”