No ha ganado todas sus peleas, pero Erickson Lubin sabe que es un boxeador de élite.
A sus 29 años, no presume sin fundamentos. Si alguien lo duda, él invita a revisar su historial: tiene una victoria sobre el excampeón unificado Jeison Rosario y venció al prometedor Jesús Ramos Jr.
Su derrota ante Sebastian Fundora fue competitiva, pero su caída más dura —un nocaut en el primer asalto a manos de Jermell Charlo— sigue siendo una mancha considerable en su carrera.
No todo ha salido como esperaba, pero el próximo 10 de mayo está convencido de que jugará con Ardreal Holmes Jr.
“Te voy a destrozar”, declaró Lubin en una rueda de prensa virtual.
Aparentemente, Lubin (26-2, 18 KOs) también ha incursionado en la comedia. Cada vez que lanza amenazas estridentes hacia Holmes, el contendiente marginal no puede evitar reírse descontroladamente.
Holmes, por su parte, rebosa de confianza. Está invicto, no ha estado cerca de perder, y ha estado esperando ansiosamente una oportunidad en el escenario principal.
Aunque lo intentara, la sonrisa permanente en su rostro es imposible de ocultar. Pero esa misma actitud ya está empezando a irritar a Lubin. Faltando solo unas semanas, se pregunta si Holmes seguirá tan animado.
“Puedes reírte ahora y pensar que todo es broma, pero el 10 de mayo vas a estar temblando en tus botas.”
Ganar siempre ha sido suficiente para Lubin, pero la FIB (IBF) le ha dado un incentivo extra. De manera oficial, el combate entre Lubin y Holmes ha sido sancionado como eliminatoria final de la FIB, lo que significa que el ganador obtendrá una oportunidad titular ante el campeón absoluto Bakhram Murtazaliev.
Aunque está agradecido, Lubin también guarda cierto resentimiento. Está convencido de que su victoria sobre Jesús Ramos en 2023 debió catapultarlo directamente a la disputa por el título. En cambio, lo dejó fuera del radar.
Habrán pasado casi dos años cuando finalmente regrese al ring. Desde su perspectiva, ese parón fue injustificado e innecesario. Haber sido apartado de la acción lo tiene furioso, y lamentablemente para Holmes, planea descargar toda esa frustración sobre él la noche de la pelea.
“¡Van a tener que despertarte!”