Chris Eubank Jr. cumplió con su cometido al derrotar a Conor Benn el pasado 26 de abril, pero el contendiente del peso mediano de 36 años no quedó del todo satisfecho con su actuación.

Sin culpar abiertamente a su entonces entrenador, Jonathan Banks, Eubank decidió poner fin a esa etapa y retomar su alianza con Brian “Bomac” McIntyre para prepararse de cara a la revancha del 15 de noviembre.

Aunque no han tenido mucho tiempo juntos, la confianza de McIntyre —entrenador de la superestrella libra por libra Terence Crawford— parece estar por las nubes.

La parte más dura del trabajo ya está hecha; de aquí al día de la pelea, ambos se dedicarán a pulir los últimos detalles de un exigente campamento.

McIntyre, reconocido por su discreción sobre los entrenamientos, hizo una excepción esta vez, explicando que no fue necesario modificar demasiado.

“Solo se trata de ajustes finos”, declaró McIntyre a Daily Mail Boxing. “Eso es lo que necesita un boxeador de ese calibre: corregir los errores que cometió en la primera pelea antes de entrar a la segunda. Solo afinar los detalles.”

En aquel primer combate, disputado en el Tottenham Hotspur Stadium, Eubank (35-3, 25 KOs) peleó sin un plan claro.

Al inicio de cada asalto avanzaba hacia el centro del ring lanzando golpes con el mentón al aire y una defensa casi inexistente, mientras los fanáticos celebraban los intercambios explosivos entre ambos.

¿Fue entretenido ver a Eubank y Benn pelear como dos adolescentes en el patio del colegio? Sin duda.

Y considerando que el número 3 del ranking mundial de The Ring en el peso mediano se llevó la victoria, algunos piensan que podría volver a pelear del mismo modo.

¿Podría funcionarle otra vez? Tal vez.

¿Es eso lo que McIntyre quiere ver en esta ocasión? Definitivamente no.

“Está haciendo exactamente lo que le pedimos”, añadió McIntyre. “Esta vez puede ser una pelea mucho más fácil.”