NOTTINGHAM, Inglaterra — Simon Legg no es un hombre de muchas palabras. De hecho, bromeó diciendo que si alguien tenía preguntas durante la conferencia de prensa, deberían dirigirlas a Anthony Cacace, el veterano en forma que
acaba de despachar a su tercer excampeón mundial consecutivo, esta vez a Leigh Wood.
Cacace (24-1, 9 KOs) atraviesa una racha impresionante que pocos hubieran predicho hace apenas dos años. Y a sus 36 años, su mánager subraya que el irlandés sigue relativamente “fresco”, en gran parte porque ha tenido pocas oportunidades en la élite.
Las casas de apuestas lo marcaron como underdog de +400 antes de su impresionante victoria ante el invicto Joe Cordina por el título de la FIB en Riad el año pasado. Una sorpresa para muchos, pero no para su amigo de toda la vida y excampeón mundial Carl Frampton, quien en la previa destacó su poder subestimado y ética de trabajo.
Legg está de acuerdo: ha sido testigo directo de los altibajos de Cacace en los últimos años, incluyendo peleas canceladas y múltiples obstáculos. Pero nada ha detenido su camino hacia grandes bolsas y títulos mundiales.
“La gente no entiende qué gran boxeador era ya desde antes. No recibió las oportunidades que merecía. Ojalá lo hubiera tenido hace unos años, quizá habríamos empezado antes. Pero las cosas buenas les llegan a las buenas personas. Y él es de los mejores,” dijo Legg a The Ring.
“Sería genial. Ojalá podamos hacerlo en Belfast. Miren toda la gente que vino a Nottingham. Leigh Wood vendió £350,000 en entradas; Anto, £50,000. Esa gente paga vuelos, hoteles. Estamos eternamente agradecidos. Y cuando volvamos a Belfast, esperamos un gran ambiente.”
“Lo tendremos,” interrumpió Cacace con una sonrisa.
“Otra cosa que no mencioné: el apoyo local fue increíble. Estuvieron gritando mi nombre toda la pelea. Antes eran tres personas, ahora son decenas. Estoy emocionado.”
El panorama de las 130 libras sigue sin definirse con claridad. El promotor Eddie Hearn ya está haciendo planes con Eduardo Núñez, que enfrentará a Masanori Rikiishi el 28 de mayo. El campeón de la AMB, Lamont Roach Jr., parece no regresar pronto al peso superpluma, pues se prepara para
una inesperada revancha con Gervonta Davis.
En tanto, Emanuel Navarrete (40-2-1, 32 KOs) sobrevivió a un difícil corte de peso y defensa exigente ante Charly Suárez.Foster, por su parte, no teme pelear fuera de casa. Ya lo ha hecho en Costa Rica, Dubái y México, incluyendo su victoria por KO en 12 asaltos ante Eduardo “Rocky” Hernández en territorio rival. Top Rank ha mostrado disposición a enviar a sus peleadores al extranjero, como lo hará con Mikaela Mayer y
Brian Norman Jr. en Japón.
Cuando se le pidió una primera valoración de un posible Cacace vs. Foster, Legg respondió:
“Foster es un gran campeón, pero la gente debe empezar a respetar a Anthony. Se merece todo el reconocimiento y le dará una guerra a O’Shaquie. Él no va a querer esa pelea. Pero ese es el plan: hacerlo en Belfast, ojalá a finales de año.”
Ya de madrugada, Cacace también dejó abierta la puerta a pelear en Las Vegas, donde solo ha boxeado una vez hace más de una década, en una pequeña velada en Filadelfia. Siempre y cuando, claro, la bolsa lo justifique.
Sobre su relación con Legg, Cacace fue claro:
“Desde que conocí a Simon y al equipo, todo se me hizo un poco más fácil. Ha cambiado mi vida de muchas formas positivas. Le estoy muy agradecido a él y a mi esposa. Es importante tener gente genuina a tu lado. En un deporte lleno de víboras, yo tengo buena gente conmigo.”