El debate sobre quién es el número 1 de los pesados de África sigue en pie después de que Efe Ajagba y Martin Bakole empataran en mayoría en 10 rounds en el ANB Arena el sábado.

Ambos hombres dijeron a The Ring esta semana que este no solo era un combate importante para sus esperanzas de conseguir una oportunidad por el título mundial de los pesados, sino también por la corona de ser el mejor en su continente.

Pero cuando los jueces Bob Williams y Pablo González lo puntuaron 95-95, ninguno de ellos pudo reclamar ese título, ni avanzar en su intento por pelear por uno de los cinturones.

Ajagba había boxeado con paciencia durante todo el combate, eligiendo usar sus pies para mantenerse fuera de problemas y construir una ventaja en las tarjetas, mientras Bakole (21-2-1, 16 nocauts) lo perseguía buscando una detención. Como era de esperar, ambos pensaron que habían hecho suficiente para ganar.

El nigeriano Ajagba (20-1-1, 14 nocauts) dijo: “Gané la pelea, para ser honesto, gané la pelea, pero no me toca a mí decidir, es la decisión de los jueces. Pero si me preguntas, gané la pelea”.

Bakole, por su parte, dijo: “Pensé que gané la pelea, pero es lo que es. Le preguntaré a Su Excelencia si puedo tener la revancha”.

Bakole entró al ring usando una camiseta que decía RIP George Foreman en tributo a la leyenda de los pesados que falleció el mes pasado. Bakole es originario de la República Democrática del Congo, el país que fue anfitrión de una de las noches más famosas de Foreman, la Rumble in the Jungle, y llevaba la bandera del país en sus pantalones cortos.

Este fue el segundo combate de Bakole en Riad en un lapso de 10 semanas después de haber aceptado la última de las convocatorias para reemplazar al enfermo Daniel Dubois en una pelea programada contra Joseph Parker el 22 de febrero. Esa pelea terminó con una detención en el segundo round a manos del ex campeón mundial de Nueva Zelanda, pero Bakole había insistido en que esta era la ‘verdadera pelea’ después de un campamento completo.

Con tanto en juego, fue un comienzo cauteloso para ambos hombres. Ajagba, el hombre más liviano por 59 libras en la báscula, estaba de puntillas, feliz de moverse por el exterior mientras Bakole tomaba el centro del ring. Cuando se acercaba el final de un round sin incidentes, Ajagba conectó un gran golpe de derecha, pero Bakole lo absorbió bien.

En el segundo round, Ajagba redujo un poco la velocidad de sus pies y buscó comprometerse en el centro del ring, pero el ritmo fue lento y ninguno de los dos pudo hacer mella en el otro. El tercer round fue bueno para Ajagba hasta los últimos 30 segundos. Hasta entonces se había movido bien y aprovechado sus oportunidades con una serie de contragolpes de derecha por encima del jab de Bakole. Pero su oponente respondió con un gancho de izquierda que envió a Ajagba hacia las cuerdas, donde permaneció hasta que sonó la campana.

Estaba allí de nuevo en el cuarto round y recibió otro gran gancho de izquierda. Para ese momento, Bakole estaba avanzando buscando la detención, pero Ajagba se cubría bien para sobrevivir. Luego, cada vez que Bakole parecía estar al borde de un avance, Ajagba conectaba algo afilado al contragolpe para frenarlo.

Ambos hombres pusieron mucho en el cuarto round y el ritmo bajó en el quinto como resultado, pero todavía hubo tiempo para que Ajagba conectara otro golpe de derecha bien sincronizado. Al inicio del sexto, cuando Ajagba comenzó a boxear y moverse de nuevo, Bakole le dijo: ‘jódete, hombre. Pégame’ en una clara señal de frustración. La situación empeoró aún más, ya que intentó y no pudo atraparlo en ningún momento durante el round.

Se vio sin ideas también en el séptimo, mientras Ajagba continuaba dándole vueltas, conectando disparos ocasionales a la cabeza o al cuerpo con el recto de derecha. Al inicio del octavo, Bakole incluso apeló al árbitro Howard Foster sobre la renuencia de Ajagba a enfrentarse con él, pero el nigeriano siguió con su plan y continuó boxeando.

Bakole lo alcanzó en el último minuto del octavo, cuando la pelea estalló en acción. El pegador congoleño logró atrapar a Ajagba contra las cuerdas y conectó un gancho de izquierda particularmente doloroso, pero la campana llegó justo a tiempo para detener el ataque.

Hubo más en el noveno, pero a pesar de que su esquina le imploraba que saliera de las cuerdas, Ajagba pasó gran parte del round allí, mientras Bakole lo castigaba con uppercuts a la cabeza y ganchos al cuerpo.

Bakole continuó su persecución en el décimo y pareció conectar otro gancho de izquierda, pero Ajagba, una vez más, encontró una salida y volvió a moverse. El último minuto fue un esfuerzo por mantenerse fuera de problemas para Ajagba, quien dio vueltas alrededor del frustrado Bakole hasta que sonó la campana final.

Una vez que se leyó la decisión, con Kieran McCann completando la puntuación con un 96-94 a favor de Ajagba, el nigeriano dijo: “Por supuesto, quiero la revancha”.