Eduardo “Sugar” Núñez no logró un nocaut la noche del sábado, pero aun así envió felices a sus ruidosos y orgullosos aficionados.

El pegador sinaloense de peso superpluma de la FIB consiguió dos caídas en el séptimo asalto y derrotó por decisión unánime al valiente retador Christopher Díaz para conservar su campeonato de las 130 libras, en un combate estelar a 12 asaltos transmitido por DAZN desde el Centro de Usos Múltiples en Los Mochis, México, ciudad natal de Núñez.

Los jueces José Cobian y Joel Elizondo le otorgaron nueve asaltos a Núñez (29-1, 27 KOs), que ganó 117-109 en sus tarjetas, mientras que Daniel Sandoval lo vio 116-110 para el campeón.

El puertorriqueño Díaz (30-6, 19 KOs) peleó con valentía frente al favorito noqueador, absorbió muchos golpes limpios sin inmutarse y obligó a Núñez a respetar su poder. Sin embargo, no hizo lo suficiente para llevarse los rounds.

“México contra Puerto Rico siempre es una guerra”, dijo Núñez durante su entrevista posterior en el ring. “Christopher es un guerrero y eso fue lo que trajo hoy. Y creo que podemos decir que los fanáticos se fueron muy contentos con lo que vieron esta noche”.

Núñez, de 28 años, ha ganado 19 peleas consecutivas desde que sufrió una derrota por decisión unánime en seis asaltos ante su compatriota Hiram Gallardo (9-2-2 en ese entonces) en junio de 2018.

También realizó la primera defensa del campeonato superpluma de la FIB que conquistó en su pleito anterior: una victoria por decisión unánime en 12 asaltos sobre Masanori Rikiishi (16-2, 11 KOs) el 25 de mayo en Yokohama, Japón, tierra natal del retador.

Díaz, de 30 años, cayó a 0-3 en peleas por títulos mundiales.

El único rival que lo había detenido antes dentro de la distancia, Emanuel Navarrete, estuvo en primera fila. El mexicano Navarrete (39-2-1, 32 KOs, 1 NC) quiere una pelea de unificación con Núñez, aunque su revancha obligatoria inmediata contra el filipino Charly Suárez (18-0, 10 KOs, 1 NC) podría complicar las negociaciones.

Por lo pronto, Núñez se concentró el sábado en celebrar su dura victoria sobre Díaz.

Ambos intercambiaron golpes de poder con fiereza durante un emocionante duodécimo asalto. Núñez sangraba abundantemente por un corte sobre su ceja izquierda y resistió el empuje de un determinado Díaz hasta el campanazo final.

Díaz peleó el undécimo asalto como si supiera que era su última oportunidad mundialista. Esa agresividad lo expuso a contragolpes de derecha plenos de Núñez, aunque el boricua asimiló bien la pegada. Un choque accidental de cabezas también abrió el corte sobre la ceja del mexicano en ese mismo asalto.

Consciente de que estaba abajo en las tarjetas, Díaz avanzó y descargó poder en el décimo round.

En el séptimo asalto, Núñez fue acreditado con dos caídas: primero, a 1:38 del round, cuando el árbitro contabilizó un apoyo de guante que Díaz reclamó como resbalón; y luego, con un derechazo claro a la cabeza que lo derribó oficialmente con 1:03 en el reloj.

Núñez castigó el cuerpo de Díaz con ferocidad en el sexto asalto y mantuvo la presión constante. En el quinto, el mexicano conectó una derecha, pero Díaz respondió con otra que lo hizo retroceder, demostrando entereza después de un cuarto round dominado totalmente por el campeón.

Tras un inicio lento en los tres primeros rounds, Núñez soltó sus manos con mayor agresividad en el cuarto y obligó a Díaz a cubrirse repetidamente.

En el tercero, Díaz conectó una derecha que empujó a Núñez contra las cuerdas, aunque ambos intercambiaron golpes al cuerpo en los primeros minutos.

El primer asalto fue cauteloso, sin que ninguno de los dos conectara golpes de gran impacto.