Cuando sonó la campana final el 14 de septiembre de 2024, todos en la T-Mobile Arena, incluido Edgar Berlanga, sabían que Canelo Álvarez había sido el mejor hombre.

Durante la mayor parte de los 36 minutos, el joven de 27 años fue dominado y superado. Una vez que terminó, Álvarez (62-2-2, 39 nocauts) le dio una palmada en la espalda a Berlanga y le hizo un gesto amistoso con la cabeza. A partir de ahí, siguió su camino, pero Berlanga no se movió ni un centímetro.

Incluso ahora, varios meses después, Berlanga sigue atrapado en lo que ocurrió. Si intenta olvidarlo, estaría reconociendo que Álvarez ganó. Por ahora, se sentará a observar cómo la estrella mexicana continúa con lo suyo. Sabe que, en la mente de Álvarez, es un pensamiento fugaz, una víctima irrelevante en su currículum digno del Salón de la Fama. Sin embargo, aunque no le queda otra que aceptar esa derrota, eso no significa que las cosas hayan terminado entre ellos.

“Es un asunto pendiente,” dijo Berlanga en Cigar Talk. “Ese capítulo entre él y yo no está cerrado. Tenemos que hacerlo de nuevo.”

Actualmente, Berlanga está muy lejos de los planes de Álvarez. Él ya tiene una fecha programada con William Scull para el 3 de mayo. Luego, si logra acabar con el cubano, intentará defender su trono indiscutido ante Terence Crawford en septiembre.

Álvarez está muy ocupado hoy en día, pero Berlanga no se está quedando de brazos cruzados viendo pasar el tiempo. Recientemente descargó su frustración por Canelo contra Jonathan González-Ortiz, a quien detuvo en el primer asalto.

Ahora que está de nuevo en marcha, aumentará el nivel de competencia. Según informó primero The Ring, Berlanga (23-1, 18 nocauts) se enfrentará a Hamzah Sheeraz el 12 de julio, en la ciudad de Nueva York.

Hasta cierto punto, Berlanga fue entregado en bandeja a Álvarez. Le faltaba experiencia en grandes combates y prácticamente no había enfrentado a ningún rival de renombre antes. La estrella puertorriqueña sabe que no puede volver a depender de la bondad de Álvarez. No, si quiere otra oportunidad en el gran escenario, esta vez tendrá que ganársela.

“Para poder hacerlo de nuevo, tengo que dejar huella.”