Eddie Hearn odia las exhibiciones.

El promotor británico preferiría ver a Gervonta Davis en una revancha con Lamont Roach. Si Davis ganara, un tan comentado enfrentamiento en el peso ligero con Shakur Stevenson sería el siguiente paso.

Hearn también entiende las realidades del negocio del boxeo que cimentaron la decisión de Davis de enfrentar a Jake Paul en una exhibición que ha sido duramente criticada desde que fue anunciada oficialmente el miércoles para el 14 de noviembre en el State Farm Arena en Atlanta.

De hecho, al presidente de Matchroom Boxing no le sorprendería que el “combate” en Netflix del invicto campeón de la AMB en las 135 libras con Paul marque la última pelea en la carrera del boxeador de Baltimore, Maryland.

“Creo que esto más o menos te muestra dónde está Gervonta”, dijo Hearn a The Ring. “Y por cierto, Gervonta probablemente esté ganando, no sé, 30 [millones], 40 millones. Entonces, ¿lo culpas? Supongo que todo se reduce a si estás en una sala intentando tomar una decisión de negocios, y estás recibiendo 5 [millones], 6 millones, 7 millones, 8 millones por revanchar con Lamont Roach en una pelea 50-50, o estás recibiendo 30 millones por pelear con Jake Paul.”

Hearn no habría aceptado ninguna alteración a las reglas del boxeo de Queensberry si Paul hubiera seguido adelante con una pelea contra Anthony Joshua, el dos veces campeón de peso pesado que promueve la compañía de Hearn.

Davis, de 30 años, y Paul, de 28, están separados por 65 libras según la última vez que cada peleador se pesó oficialmente. Las preocupaciones de seguridad causadas por una disparidad de peso tan amplia deberían hacer imposible que la Comisión Atlética y de Entretenimiento de Georgia justifique sancionar esto como una pelea legítima de boxeo.

Según Hearn, reglas ajustadas podrían ser lo mejor en esta etapa de la carrera de Davis, porque uno de los noqueadores más feroces del deporte sugirió antes de su sorprendente empate mayoritario con Roach el 1 de marzo en el Barclays Center en Brooklyn que ya no quiere boxear.

Davis (30-0-1, 28 nocauts) ejerció su derecho contractual a una revancha inmediata con Roach (25-1-2, 10 nocauts), pero las fechas previstas del 21 de junio y el 16 de agosto fueron pospuestas en parte porque sus manejadores exploraron la posibilidad de enfrentar a Paul (12-1, 7 nocauts).

“Solo tenemos que tener un poco de sentido común fuera de nuestro deporte”, dijo Hearn, “en términos de quiénes son estas personas y el tipo de decisiones que van a tomar. No todo el mundo rechazaría eso. Entiendo que en un mundo ideal y en un mundo de boxeo ético, [Davis diría], ‘No voy a hacer una exhibición con Jake Paul. Voy a volver y pelear con Lamont Roach.’

“Pero Gervonta Davis está medio desconectado del deporte. ... Así que, esta puede ser la última pelea para él. Tal vez esté pensando, ‘Simplemente ya no quiero hacerlo más. No tengo el hambre para hacerlo. Obtengo mi paga aquí, y luego tal vez regrese y haga otra pelea el próximo año. O tal vez nunca me vuelvas a ver.’ No creo que podamos culpar a estos jóvenes. Cada quien con lo suyo.”

Como alguien que ha promovido al invicto Stevenson durante el último año, sin embargo, Hearn se da cuenta de que esta exhibición probablemente elimine la posibilidad de que alguna vez enfrente a Davis.

“En un mundo romántico del boxeo”, dijo Hearn, “querrías que Gervonta Davis tuviera una revancha con Lamont Roach y luego peleara con Shakur Stevenson en una de las mejores peleas del deporte. Pero puede pelear con Lamont Roach y Shakur Stevenson y ganar la mitad del dinero que va a obtener por pelear con Jake Paul.

“Y ni siquiera sabes si Gervonta Davis va a llegar a una pelea. Cualquier cosa podría pasar. Pero esto es un espectáculo de circo, y entendemos que los espectáculos de circo generan números. Lo vimos con Jake Paul y Mike Tyson.”