El posicionamiento público ya ha comenzado entre los promotores rivales Óscar De La Hoya y Eddie Hearn de cara a montar una pelea entre Vergil Ortiz y Jaron Ennis.

Segundos después de que Ortiz (24-0, 22 KOs) noqueara a Erickson Lubin en menos de dos asaltos el sábado, “Boots” Ennis (35-0, 31 KOs) subió al cuadrilátero del Dickies Arena, en Fort Worth, Texas, y se encaró con Ortiz para empezar a calentar un posible combate.

Es evidente que los contendientes del peso superwélter, así como Golden Boy Promotions y Matchroom Boxing, quieren hacer la pelea. Ahora, la pregunta del millón pasa a ser cómo se repartirán los millones entre las partes implicadas para cerrar el acuerdo.

“Puede ser una gran negociación”, dijo De La Hoya a los periodistas el sábado. “Cuando digo que esto debe ser favorable para Vergil, es lo obvio. Miren lo que hizo. Miren quién es. Vergil es el hombre. Hacer la pelea en Las Vegas va a ser enorme. Vergil tiene que ser el favorito aquí cuando se trata de las negociaciones. Mientras sean favorables, haremos la pelea. No hay problema. El dinero no será un problema porque habrá suficiente en la bolsa.

“[Hearn] mejor que no [diga que Ennis es el tipo]. No hay duda de que yo tengo al hombre. No hay duda de que Vergil Ortiz es el hombre. Siento que estas negociaciones serán negociaciones como cualquier otra pelea. Iremos y vendremos, pero al final del día, Vergil es el hombre… Vergil está en un momento fantástico ahora mismo. Si no logramos términos favorables, siempre podemos ir a por Errol Spence Jr. o podemos ir a por Sebastian Fundora. Así que hay muchas opciones para Vergil”.

Para el lunes, Hearn ya se había hecho eco de los comentarios de De La Hoya y ofreció una réplica.

“No me importa quién esté en qué lado”, dijo Hearn a los periodistas. “No veo cómo Ortiz es el ‘lado A’. ¿Qué te convierte en el lado A? [Ortiz] nunca ha ganado un título mundial. Boots ha sido campeón mundial [wélter] y unificó la división. Yo creo que son dos grandes peleadores. Lado A, lado B, lado Z… hagan la pelea. Cuando empiezas a oír cosas así, que los términos tienen que ser los correctos y que queremos 10 millones de dólares, es como: ‘A ver, chicos. ¿De verdad quieren esta pelea o no?’”.

El mánager de Ortiz, Rick Mirigian, escribió en redes sociales que Matchroom no les “mande [cualquier cosa] si no tiene siete ceros, porque ni la miraremos”.

“Los términos ya se acordaron en una sala”, dijo Hearn. “Si tenemos que negociar, negociamos. Pero no estropeemos la pelea pretendiendo que uno tiene más que el otro. Ninguno de los dos tiene cinturón. Son simplemente dos de los mejores de la división. Para mí, somos el N.º 1, pero no estoy aquí diciendo: ‘Somos el lado A’. No me importa, porque todo eso significa que no quieres la pelea. Si de verdad quieren la pelea, sentémonos a la mesa y sigamos las conversaciones. Démosles a los aficionados y a DAZN, para mí, la mejor pelea del boxeo estadounidense”.

Mirigian también propuso que Ortiz enfrente a Spence y que Ennis se mida a Jermell Charlo en una doble cartelera, con los ganadores enfrentándose después. Ortiz afirmó que su preferencia sería una “pelea de ensueño” contra Spence en el AT&T Stadium de Texas.

Hearn dijo que no le preocupa que Ortiz persiga duelos cien por cien texanos contra Spence o Charlo, ambos presentes en primera fila para ver la actuación fulminante de Ortiz.

“Spence y Charlo, esos tipos quieren tanto dinero [y no pelean]”, dijo Hearn. “Por estilos, habilidades y momento, [Ennis vs. Ortiz] es una pelea buenísima. No quiero responder a los comentarios de [De La Hoya]. Óscar es un gran promotor y quiere hacer grandes peleas. Si realmente crees que tu chico va a ganar, hagámosla. Ambos van a tener carreras fantásticas, pero este es el tipo de pelea que tenemos que ver en su prime. Por eso estamos hablando ahora”.

De La Hoya ya había declarado que Ennis rehuiría a Ortiz tras presenciar en persona la paliza que le propinó a Lubin. En cambio, Hearn y Ennis redoblan la apuesta para convertir en realidad, de una vez por todas y en 2026, el emparejamiento que empezó a asomarse como posibilidad el año pasado.