Menos de tres años después de que Tommy Fury se impusiera a
Jake Paul por decisión dividida tras ocho asaltos,
este último encabezará un evento de Netflix frente al dos veces campeón unificado del peso pesado, Anthony Joshua.
Por su propia admisión, Paul no creía que su ascenso se produciría tan rápido ni alcanzaría semejante magnitud.
Actual número 15 del ranking del peso crucero de la AMB, Paul está a punto de dar un salto de nivel ante Joshua, un británico de 1,98 metros, desgastado pero aún temido por su poder de nocaut, que en su día dominó la división más glamurosa del boxeo.
Joshua (28-4, 25 KOs) no ha boxeado en 15 meses y, tras ser arrollado por Daniel Dubois en cinco asaltos, fue fácil darlo por acabado.
El debut profesional de Paul se produjo siete meses después de que Joshua fuera sorprendido en 2019 en el Madison Square Garden de Nueva York ante
Andy Ruiz. Paul se midió entonces a otro youtuber y boxeador novato en Miami y, casi seis años después, es la gran atracción, dispuesto a intentar lo imposible en el Kaseya Center.
Considerándolo todo, es el tipo de guion fantasioso que Netflix podría haber convertido en una docuserie.
“Hay que saludar al señor Paul. ¿Quién hubiera pensado que llegaría a este punto, en el que la gente lo toma en serio en nuestra industria y hace fila para pelear con él?”, declaró a
The Ring Don Charles, el estratega que orquestó la victoria de Dubois sobre Joshua el año pasado.
El dos veces campeón mundial crucero de la FIB, Mairis Briedis, se hizo un tatuaje inspirado en Paul en 2022, y hay varios otros peleadores de élite, campeones y contendientes en múltiples divisiones que han intentado sumarse al circo.
La selección de rivales de Paul —compuesta en su mayoría por expeleadores de MMA, boxeadores de club sin mayor cartel y un Mike Tyson de 58 años— hace que muchos no lo tomen en serio.
“Llena las gradas, gana muchísimo dinero, hay que reconocerle eso. Está a punto de pelear con el boxeador más popular del mundo. ¿Quién lo hubiera imaginado siquiera hace dos años?”, añadió Charles.
“La gente sigue pensando que es una broma, pero lo ha hecho muy bien, pase lo que pase —sabemos lo que va a pasar—. Yo pensé que era una exhibición cuando se anunció. Bajará intentando sobrevivir, pero si Joshua no acaba con él dentro de dos asaltos, algo anda mal”.
¿Cómo prepararía Charles a Joshua para un rival así?
“Le diría que no vaya a buscarlo de inmediato, que se tome un asalto para recopilar datos, que le imponga respeto y le haga saber que no debería estar en el ring con él”, explicó Charles, quien entrenó a Dubois durante dos años hasta su separación en agosto. “Podría terminarlo en un minuto si quisiera, pero Paul se moverá. No es tan insensato como para intercambiar golpes de frente con él, y cuando un hombre está corriendo, lo más difícil es noquearlo.
“Tómate tu tiempo, síguelo, córtale el ring, clávale el jab, desgástalo con ese jab, sin prisas, tienes ocho asaltos. Paul cobra pase lo que pase y puede decir que peleó con Mike Tyson y Anthony Joshua. Esa es su película de Netflix”.
Charles bien pudo haber estado nuevamente en la esquina opuesta a la de Joshua, ya que fue contactado para formar parte del equipo de Paul. Confirmó que hubo una conversación, pero aseguró que no prosperó, contrariamente a los informes de las últimas semanas.
En su lugar, regresará a su Nigeria natal junto al campeón olímpico
Tony Yoka (14-3, 11 KOs), quien se enfrentará a Patrick Korte en la velada de Queensberry del 21 de diciembre en Lagos, encabezada por el combate
entre Lawrence Okolie y Ebenezer Tetteh, que
será transmitido por DAZN.
Aun así, el mundo entero estará pendiente la noche del viernes.