Dillian Whyte celebró su cumpleaños número 37 el mes pasado, aunque de forma discreta. El motivo: tiene asuntos mucho más importantes que atender en 2025.

Ese mismo mes se cumplieron tres años desde su única oportunidad mundialista, en la que fue detenido por Tyson Fury el 23 de abril de 2022.

Desde aquella noche, el "Bodysnatcher" solo ha subido al ring tres veces —una sola vez en combate pactado a 12 asaltos—, viendo cómo su carrera se estancaba y la división avanzaba sin él.

Un regreso significativo estaba programado para el 5 de abril, en un duelo 100% británico contra Joe Joyce en Mánchester. Sin embargo, una lesión sufrida en el gimnasio —un corte profundo en un dedo provocado por una mancuerna— lo obligó a retirarse.

Por eso sorprendió a muchos verlo añadido a la cartelera del 7 de junio en Portman Road, especialmente porque el combate estelar estará encabezado por Fabio Wardley, a quien Whyte ha representado como mánager durante los últimos siete años.

Mientras conversaba con The Ring bajo el sol de Ipswich, en el propio césped de Portman Road, Whyte explicó por qué esta aparición podría ser una de las más importantes de su carrera.

—Mira —dijo—, la inactividad ha matado mi carrera en estos tres años.

—Estoy buscando una gran pelea a finales de julio o principios de agosto, y pensé que necesitaba algo de actividad antes de eso.

—Quiero mantenerme activo porque estoy hablando en serio sobre hacer una última corrida hacia el título mundial. Quiero estar en condiciones de pelear, no solo para participar, sino para ganar. Y la única forma de hacerlo es con impulso.

—La única manera de conseguirlo es dejar el orgullo a un lado y decir: ‘¿Sabes qué? Voy a aprovechar esta oportunidad’. Siempre lo he hecho así. Peleé con Dereck Chisora como semifondo de una cartelera enorme, y en mi siguiente combate enfrenté a Malcolm Tann en una pelea a ocho asaltos a las cinco de la tarde.

—Esto se trata de mantenerse ocupado, para poder darle a los aficionados peleas grandes.

Esta vez, el rol se invierte: Wardley ha sido quien muchas veces ha estado en las carteleras de Whyte y lo ha acompañado desde el vestuario y el ringside. Ahora será Whyte quien pelee primero y luego lo apoye desde la esquina.

—La experiencia me ha enseñado que, aunque el boxeo es un deporte individual, el equipo lo es todo —afirmó—.

—En los grandes momentos, como la pelea contra Fury, necesitas cierto tipo de apoyo. Gente que te mantenga tranquilo, que te transmita buena energía. Fabio ha hecho eso por mí muchas veces. Compartíamos vestuario, nos reíamos, y eso ayuda. Ahora me toca a mí hacer eso por él. Sé que va a rendir igual, pero si puedo hacer una diferencia, aquí estoy.

La verdad es que Whyte ha sido una figura clave en la carrera de Wardley desde que lo firmó en 2018, cuando aún era un boxeador de circuito amateur.

Su primer paso fue conseguirle una pelea en la cartelera del O2 Arena ese diciembre. Desde entonces, la trayectoria ha sido ascendente: en 14 peleas, Wardley ha ganado títulos inglés y británico, noqueado a rivales como Nathan Gorman, David Adeleye y Frazer Clarke, y se encuentra clasificado número 10 por The Ring, además de estar en el top 3 de dos organismos mundiales.

El combate del 7 de junio ante Justis Huni será por el cinturón interino de la OMB, lo que significa que el ganador probablemente peleará por el título absoluto en 2026.

Para Wardley, será también la tan esperada pelea de regreso a casa, tras años peleando fuera.

—Ha sido muy duro —admitió Whyte—. Muy agotador. Esto no es éxito de la noche a la mañana.

—Pero siempre supe que había algo especial en él, y creí que podría superar cada reto que le pusiera. Cuando lo enfrenté en sparring, era de nivel británico, pero su compostura y su manera de trabajar me mostraron que, con la orientación adecuada, podía ser algo especial. Me alegra no haberme equivocado.

—Está a una victoria de una pelea por el título mundial, y creo que la conseguirá en unos nueve asaltos. Creo que detendrá a Huni.

—Pero me cuesta verlo pelear. Prefiero estar en el ring yo mismo.

—Conmigo es simple: hago mi trabajo. Pero con ellos es como… ‘mantén las manos arriba’. A veces es difícil de ver.

Por suerte para Whyte, aún tendrá la oportunidad de pelear antes de dedicarse por completo a su faceta como mánager.

—Todavía me quedan algunos movimientos —dijo—. Y ahora se trata de aprovecharlos al máximo.

—Antes era ese joven en sus veinte, haciendo ruido. Ahora estoy en mis treinta y el proceso es diferente. El boxeo de peso pesado es una locura, hermano. Un solo golpe y puedes perder la vida. Tienes que ser inteligente.

Ese enfoque comienza el 7 de junio, al caer la tarde. La derrota es impensable. Pero Whyte está convencido de que una victoria puede relanzar la etapa final de su carrera.

—Quiero pelear por el título una vez más —afirmó—.

—Y voy a darlo todo para llegar ahí. Voy a entregar todo lo que me quede en el cuerpo para lograrlo.