NUEVA YORK – La semana pasada, Devin Haney se sentó en una suite de hotel, 20 pisos por encima del bullicio de la ciudad de Manhattan, a un par de cuadras de donde peleará contra José Ramírez el 2 de mayo.

Esto marcó el inicio no oficial de la gira de redención del ex campeón indiscutido de peso ligero. Esto es más que Haney (31-0, 15 KOs, 1 NC) boxeando en un espacio icónico, Times Square, contra un ex campeón unificado de peso junior welter en Ramírez (29-2, 18 KOs).

El nativo de Oakland está decidido a recuperar lo que cree que merece. No en términos de títulos mundiales y bolsas más grandes. No, esta pelea de 12 asaltos en la categoría welter es sobre el respeto para el joven de 26 años, Haney.

"Este es un sueño hecho realidad", dijo García. "Desde que era niño, mi papá siempre me hablaba de ‘La Gran Manzana’, y lo grande que sería pelear aquí algún día, y lo grande que sería venir aquí. Estoy feliz de estar de vuelta y estoy emocionado, especialmente después de la pelea con Ryan y lo que sucedió en esa pelea, estoy feliz de estar aquí para redimirme y ofrecer una gran actuación".

Haney pensó que derrotaría a un García aparentemente mal preparado, quien habló de beber y de fiestas antes de lo que estaba programado como una pelea de campeonato de 12 asaltos en 140 libras el 20 de abril del año pasado en el cercano Barclays Center en Brooklyn. García, un rival amateur y una rara estrella mainstream en el boxeo, llegó 3½ libras por encima del peso el día antes de su pelea.

El polarizador García también dijo innumerables cosas extravagantes durante la preparación para su evento principal en DAZN Pay-Per-View.

Eso no le impidió conectar uno de sus característicos ganchos de izquierda 40 segundos después de comenzar su pelea, lo cual tambaleó a Haney. Envió un mensaje inmediato que le hizo saber a Haney que estaba en una batalla brutal contra un pegador más fuerte.

El fuerte García derribó a Haney al suelo tres veces, una vez en cada uno de los séptimos, décimos y undécimos asaltos.

Haney se levantó de cada uno de esos derribos, llegó hasta la campana final y aún perdió solo por una decisión mayoritaria después de perder esos tres puntos. El árbitro Harvey Dock también le descontó un punto a García por golpear a Haney durante una pausa en el séptimo asalto.

El resultado oficial fue anulado a un no-contest porque García dio positivo por ostarina, una sustancia prohibida. La Comisión Atlética del Estado de Nueva York suspendió posteriormente a García por un año y le impuso una multa de $1.2 millones.

Él también regresará de un receso de 54 semanas el 2 de mayo. García (24-1, 20 KOs, 1 NC), de Victorville, California, se enfrentará al ex campeón superligero de la WBA, Rolando “Rolly” Romero (16-2, 13 KOs), de North Las Vegas, Nevada, en la pelea posterior a Haney-Ramírez.

Si García y Haney, ambos con gran favoritismo, ganan sus peleas, se enfrentarán nuevamente en algún momento de octubre. Haney cree que estará mucho más preparado para su revancha que en la primera pelea.

"Aprendí tantas cosas sobre mí mismo", dijo Haney. "Definitivamente fue una lección en el ring. Obtuve la experiencia. Enfrenté la adversidad y me levanté, y terminé la pelea fuerte. Aprendí carácter. Aprendí tantas cosas que el dinero no puede comprar, solo experiencia. Nunca sabes de qué está hecho un boxeador hasta que tiene ese tipo de momentos, hasta que tiene que demostrarlo. Y creo que lo demostré".

Keith Idec es escritor y columnista para The Ring. Se le puede contactar en X @idecboxing.