El poco reconocido Julius Indongo, desfavorecido 7-1 en las apuestas, surgió de la nada para arrebatar el título mundial IBF del peso superligero a Eduard Troyanovsky de manera impactante, noqueándolo en el primer asalto en la propia casa del campeón, en Rusia, en diciembre de 2016.

Indongo debía defender su cinturón ante el retador obligatorio Sergey Lipinets. Sin embargo, se priorificó una unificación con el monarca WBA Ricky Burns. E Indongo volvió a hacerlo: sorprendió a Burns por decisión unánime en 12 asaltos en abril de 2017 en Escocia.

Mientras tanto, la estrella en ascenso Terence Crawford había arrasado en las 135 libras en 2014 antes de subir a 140, categoría en la que fue igual de dominante. Capturó el vacante título WBO ante Thomas Dulorme (TKO 6).

Tras dos defensas, venció por amplia decisión unánime en 12 asaltos al invicto campeón WBC Viktor Postol y también se convirtió en campeón de The Ring. El estadounidense realizó dos defensas más, ante John Molina Jr. (TKO 8) y el campeón olímpico Félix Díaz (RTD 10).

Después de que Crawford (31-0, 22 KOs) derrotara a Díaz, se hicieron acercamientos a Indongo (22-0, 11 KOs) para decidir quién era el rey indiscutido de la división superligera.

Indongo se entrenó en su casa, en Namibia, en el gimnasio de su mánager-entrenador Nestor Tobias, en Windhoek, donde guanteó con el excampeón mundial WBA del peso ligero Paulus Moses, además de Mikka Shonena y Jeremia Nakathila.

El equipo de Indongo tuvo que soportar un viaje arduo para llegar a Nebraska para la pelea con Crawford.

“Fue un viaje largo que nos llevó cuatro o cinco días”, dijo Indongo a The Ring. “Viajamos de Windhoek a Frankfurt y luego a Ámsterdam por un día; nos quedamos allí por los vuelos de conexión.

“Luego partimos hacia Estados Unidos en un vuelo de 15 horas y pasamos tres o cuatro horas en el aeropuerto antes de tomar un vuelo doméstico. Nos quedamos sentados esperando el siguiente vuelo”.

El zurdo de 34 años disfrutó de una semana de entrenamiento y aclimatación en el famoso Wild Card de Freddie Roach, en Los Ángeles, antes de llegar a Lincoln la semana de la pelea.

“Fue una pelea muy difícil para nosotros, contra uno de los mejores boxeadores del mundo, pero estábamos confiados y nos preparamos muy bien”, dijo Tobias. “Cada momento de este viaje fue genial, y pasé mucho tiempo estudiando a Crawford, cómo vencerlo, y eso sumó a mi experiencia boxística. Crawford es un boxeador muy técnico y muy fuerte”.

Ambos peleadores fueron cordiales en la rueda de prensa. Sin embargo, al día siguiente, las tensiones aumentaron en el pesaje. Indongo marcó 139 libras, mientras que Crawford clavó el límite de la división en 140 libras. Luego se encararon durante lo que pareció una eternidad hasta que fueron separados por el vicepresidente de Top Rank, Carl Moretti.

Indongo, que en esta ocasión era desfavorecido 8-1, regresó a su hotel y se mantuvo tranquilo y concentrado en lo que estaba por suceder.

La noche de la pelea, la arena estuvo cerca del lleno, con 12,121 aficionados apoyando a Crawford. Los cánticos a favor del héroe local se escuchaban por todo el recinto. Y el público obtuvo lo que pagó por ver.

Crawford impactó a Indongo con una izquierda recta al minuto del combate que llamó la atención del africano y marcó la pauta.

El primer gran momento llegó cuando Crawford conectó una derecha al cuerpo que lastimó y derribó a Indongo a menos de un minuto del final del segundo asalto. Se puso en pie y continuó tras la cuenta del réferi Jack Reiss.

Aunque Indongo sobrevivió al segundo, fue el comienzo del fin. En un intercambio, Crawford descargó una combinación de dos golpes al plexo de Indongo que lo dejó tendido de espaldas y visiblemente dolorido. Fue contado fuera a los 1:38 del tercer asalto.

Según CompuBox, Crawford conectó 26 de 75 golpes lanzados (35 por ciento), mientras que Indongo acertó 13 de 74 (18 por ciento).

Ocho años después, Indongo sigue reconociendo el talento especial de Crawford y cree que su mayor momento está a la vuelta de la esquina.

“Terence golpea fuerte y es más habilidoso. Por eso es un maestro de su generación”, dijo Indongo. “Terence te hace olvidar tus planes boxísticos. Es la verdad. Todo oponente al que enfrentó y venció puede dar fe de ello. Y sé que Canelo lo va a experimentar”.

Aunque no les fue bien, Tobias agradeció la oportunidad de que su boxeador peleara en el escenario más grande.

“Perdimos esa pelea, pero siempre seremos parte de la historia de Crawford”, dijo Tobias. “Aprendimos mucho durante este evento, ya que puso a Namibia en el mapa mundial”.

Indongo no volvió a ser el mismo: ganó sólo dos de sus últimas 11 peleas antes de retirarse en enero de 2024.

Mientras tanto, la estrella de Crawford siguió en ascenso. Subió a wélter y rápidamente se convirtió en campeón WBO frente a Jeff Horn (TKO 9). Hizo siete defensas, destacando las detenciones de Amir Khan (TKO 6) y Shawn Porter (TKO 10), y noqueó a David Avanesyan (KO 6) en otra gran noche en Nebraska.

Después, tras años de rondarse, Crawford demostró ser el mejor welter del planeta cuando dominó a Errol Spence (TKO 9) para convertirse en campeón de The Ring e indiscutido de las 147 libras. Desde entonces conquistó un título mundial en una cuarta división al vencer a Israil Madrimov (UD 12) por el cetro WBA del peso superwélter.

Y dentro de dos semanas se atreverá a lo grande cuando salte dos categorías para enfrentar al campeón supermediano indiscutido y monarca de The Ring, Canelo Álvarez.