Un puñado de peleas fue todo lo que necesitó David Morrell antes de comenzar a enfrentarse a los grandes nombres. El 1 de febrero, en el T-Mobile Arena de Las Vegas, Nevada, Morrell y David Benavidez, ambos clasificados en el puesto No. 3 y 8 en la división de peso súpermediano por The Ring, se enfrentarán. (foto de Ryan Hfey)

Por primera vez en su carrera, Morrell (11-0, 9 KOs) caminará por la arena como el desvalido. Benavidez (29-0, 24 KOs) puede tener los reconocimientos, un campeón de múltiples divisiones en 168 libras y el actual titular interino del cinturón WBC de 175 libras, pero Morrell no entiende el bombo que hay alrededor de él. Sin embargo, Benavidez cree que su historial habla por sí mismo.

David Lemieux, Caleb Plant, Demetrius Andrade y Oleksandr Gvozdyk comparten similitudes. Todos ellos tienen algún título en su haber. También saben lo que es que Benavidez les quite una libra de carne.

Sin embargo, esas victorias que ha acumulado Benavidez no han impresionado demasiado a Morrell. Las combinaciones de 40 golpes pueden parecer impresionantes a simple vista, pero todo lo que Morrell ve son innumerables errores.

Los pasos torpes, la ofensiva desordenada y la defensa porosa son lo que más destaca para la estrella cubana. Los errores siempre han estado ahí, pero para Morrell, nadie ha sido capaz de explotarlos.

Faltan algunas semanas para que toda la charla basura sea reemplazada por golpes en la mandíbula. Lamentablemente para Benavidez, según Morrell, no queda tiempo suficiente en el reloj para corregir sus defectos. Todo lo que puede hacer ahora es intentar luchar la pelea perfecta. Pero si no lo logra, Morrell está convencido de que dejará a su oponente mirando las luces del techo del T-Mobile Arena.

“Más vale que no cometa ningún error”, explicó Morrell a Sean Zittel durante una entrevista reciente por Zoom. “Porque a este nivel, contra el tipo de oponente que soy, será un alto precio el que tendrá que pagar.”