Puede que ya no sea el de antes, pero el nombre de
Deontay Wilder sigue teniendo peso. Derrotarlo aún significa algo importante.
Dave Allen solía estremecerse cada vez que Wilder subía al ring. Nadie sabía cuándo ocurriría, solo que era inevitable. Durante varios asaltos, los pesos pesados lograban contenerlo. Lo confundían con movimientos de pies, lo descolocaban con fintas y lo mantenían a raya con un buen jab. Pero bastaba un solo segundo. Y de pronto, estaban mirando las luces del techo mientras Wilder gritaba “bomb squad” al micrófono.
Hoy, sin embargo, esa bomba de tiempo —su devastadora derecha— ya no detona. En cuatro de sus últimas cinco peleas, Wilder ha sido dominado y detenido en tres de esas dolorosas derrotas.
Aunque los resultados no lo acompañan, el excampeón del CMB (43-4-1, 42 KOs) se niega a aceptar que sus mejores días han pasado. Sigue hablando c
on ambición sobre su futuro. Allen, por su parte, tiene claro por qué Wilder no ha conseguido una victoria desde octubre de 2022.
“Creo que Deontay Wilder, en este punto, está en declive”, declaró Allen en una entrevista reciente con talkSPORT.
Mientras Wilder desciende y Allen asciende inesperadamente, sus caminos podrían cruzarse.
El carismático Allen llega fresco de una de las
mejores victorias de su carrera: un nocaut técnico en el quinto asalto sobre el prometedor peso pesado
Johnny Fisher, en una revancha muy esperada.
Wilder y Fisher no están en la misma categoría, pero Allen cree haber aprendido algo importante de esa victoria.
Ciertamente, Allen no es un excampeón ni figura entre los principales clasificados. A sus 33 años (24-7-2, 19 KOs), es un peleador con pegada respetable, pero no se le considera dueño del tipo de poder de nocaut capaz de derribar a un toro como Wilder. Aun así, a pesar de que varios factores no juegan a su favor, Allen confía en tener las herramientas necesarias para lograrlo si se le da la oportunidad.
Al final, si Wilder no vence
en su combate de regreso contra Tyrell Anthony Herndon el 27 de junio, Allen puede ir olvidándose del enfrentamiento.
En secreto, o quizá no tanto, Allen estará alentando por él. Si Wilder logra parecerse mínimamente al peleador que fue y vuelve a ganar, Allen intentará posicionarse como su próximo rival.
“Creo que sí”, respondió un Allen seguro, al ser consultado sobre si puede vencer a Wilder. “Creo que estilísticamente, es una buena pelea para mí. Puedo ganarle.”