NUEVA YORK. – Al principio,
Danny García no estaba del todo convencido de retirarse.
Antes de subir al ring el pasado fin de semana ante
Danny González en el Barclays Center de Brooklyn, el excampeón mundial declaró a los medios y aficionados que no planeaba volver a pelear en ese recinto, aunque admitió que todo dependería de cómo luciera esa noche.
Pero ya se sabe cómo es el boxeo: incluso cuando los peleadores aseguran que se retiran, el llamado del cuadrilátero suele traerlos de vuelta. La adrenalina, los reflectores… y, por supuesto, los cheques millonarios hacen que alejarse del deporte sea muy difícil.
En el caso de García, ya ha tenido su momento bajo el sol y ha ganado grandes sumas de dinero. Por eso, si algún contendiente o campeón del peso superwélter quiere tentarlo a volver, tendrá que poner mucho sobre la mesa.
“Escuchen, el precio tiene que ser el correcto,” dijo García a varios periodistas en la conferencia de prensa posterior a la pelea. “Tiene que tener sentido. Los signos de dólar tienen que estar bien puestos. El riesgo ya no vale la recompensa para mí.”
Si este realmente es el final para Danny García, de 37 años, su carrera concluirá como campeón mundial en dos divisiones, en 140 y 147 libras.
Cuando se le pidió que hiciera memoria, sonrió ampliamente al recordar sus victorias sobre Amir Khan, Lamont Peterson y Lucas Matthysse, entre otras.
Esos triunfos, junto con su consistencia en la élite del boxeo, hacen que García crea haber ganado su lugar en el Salón de la Fama de Canastota.
“Creo que tuve una carrera digna del Salón de la Fama,” concluyó García. “Estoy feliz con cómo se dio todo.”