Fue mientras Daniel Dubois estaba en plena batalla contra el peso pesado estadounidense Jarrell Miller que su promotor, Frank Warren, decidió que ya era suficiente.

Aunque aún era temprano en el combate, Miller había absorbido gran parte de lo que Dubois le lanzó y seguía avanzando con paso firme contra el británico desanimado.

Fue entonces cuando Warren dirigió su mirada hacia el padre de Dubois, Stanley, que estaba en primera fila, y lo agarró antes de empujarlo hacia la esquina de su hijo para ayudar al entrenador Don Charles a gritar instrucciones a través de las cuerdas.

“Si no puedes hacerlo por tu padre, ¿por quién lo puedes hacer?”, dice Dubois con una sonrisa mientras recuerda el momento durante una jornada de prensa en Londres en la semana de la pelea contra Oleksandr Usyk.

Varios asaltos después, Dubois, apenas cuatro meses después de perder contra Usyk, se convirtió en el primero en detener a Miller.

“Y desde entonces ha estado en la esquina, ¿no es así?”, dice Warren.

“Sí, así es”, responde Dubois.

Más tarde hoy, el campeón de la FIB Dubois (22-2, 21 nocauts) se enfrentará nuevamente al campeón de The Ring, CMB, AMB y OMB Usyk (23-0, 14 nocauts) por todos los cinturones en el estadio de Wembley en Londres. Unas 90,000 personas estarán presentes y la pelea se transmitirá en vivo por DAZN PPV.

Dubois no lo ha tenido fácil en los últimos cinco años, pero desde la pelea con Miller también ha conseguido victorias sobre Filip Hrgovic y Anthony Joshua.

La pelea contra Joshua fue un momento culminante. Se suponía que sería el regreso de AJ al trono de los pesos pesados. Tres veces campeón del mundo. Pero Dubois dominó con un estilo emocionante, derribando varias veces al niño mimado del boxeo británico antes de conectar un cañonazo que envió al muy querido púgil de cara contra las cuerdas inferiores.

Mientras “Daddy Cool” de Boney M sonaba por los altavoces del estadio inmediatamente después, Dubois caminaba por el ring y chocaba puños con cada miembro de su equipo sin esbozar una sonrisa. Esto se suponía que iba a pasar, pero no muchos creían que lo haría.

Lo mismo sucede con la histórica pelea de esta noche, la primera pelea por el título indiscutido de los pesos pesados con los cuatro cinturones en juego que se celebra en suelo británico.

El invicto Usyk, dos veces campeón indiscutido, sigue siendo amplio favorito, y con razón. Pero Dubois está decidido a provocar un caos disruptivo. Stanley predijo que su hijo estaría en esta posición antes incluso de nacer, y desde el momento en que salió del vientre, se trazó un plan para asegurar que esas premoniciones se hicieran realidad.

“Es maravilloso saber que tus sueños pueden manifestarse en realidad”, dice Dubois padre a The Ring. “Yo decía que mientras estaba en la barriga iba a ser campeón del mundo. Y cuando nació, nació con tantos músculos. Me dije: ‘Vaya, ¿eso es normal?’

“Estaba tan definido, como si ya hubiera estado en el gimnasio. Si alguna vez hubo una señal, esa fue definitivamente una señal. Así que pensé: ‘Está hecho para esto, vamos a por ello’”.

A los cinco años, comenzó el Proyecto Campeón del Mundo.

“Mi papá tuvo un sueño y me lo transmitió”, dice Dubois a The Ring.

“Me llevó al gimnasio y yo pensé: ‘Vaya, ¿esto es real?’ Había niños haciendo sparring y saltando la cuerda, y simplemente pensé: ‘Vaya, quiero hacer eso’. La verdad, me pareció increíble”.

Así que, con el joven Daniel, el sexto de los once hijos de Stanley, completamente comprometido, todo siguió avanzando.

“Siempre he sido muy trabajador en mi vida, así que pude ser constante con él desde temprano, porque fui constante conmigo mismo”, añade Dubois padre.

“Nadie me enseñó ni me dio orientación. Simplemente tuve la bendición de que Daniel entendiera lo que había que hacer, que era levantarse temprano y trabajar. El pájaro madrugador se lleva todos los gusanos, siempre he tenido ese lema, y se lo pasé a él. Una vez que empecé a entrenarlo, perdí el interés en mi propio negocio y todo lo que estaba haciendo. Dejé que todo eso se desvaneciera y puse todo mi esfuerzo en Daniel.

“Era un niño encantador, nunca se rebeló contra mí ni cuestionó lo que estaba haciendo. Siempre hacía lo que le decía. Fue educado en casa, así que yo era su maestro, su padre y su guía; realmente no sabía cómo rebelarse. Y si se hubiera rebelado, no habría valido la pena, porque no estaría donde está ahora. Le ha valido la pena, porque ahora es muy exitoso.”

Dubois también insiste en que podría haber hecho cualquier cosa que se propusiera, ya que estar activo era lo más importante durante su extraordinaria infancia.

“No soy realmente un tipo académico como tal”, explica el púgil de 27 años. “Pero me encantan los deportes, he estado entrenando en todo tipo de deportes desde pequeño. Mi papá nos llevaba a Crystal Palace, hicimos mucho lanzamiento de jabalina, atletismo, natación, incluso probé la gimnasia.

“Mi papá decía que yo podía ser campeón del mundo desde que era pequeño, así que llegar hasta aquí ahora, ha sido un largo camino, un viaje extenso, mucho sacrificio, han pasado muchas cosas, pero me alegra que estemos aquí.”

“Lo crié como una máquina”, dice su padre.

Volviendo a ese momento en Riad el 23 de diciembre de 2023, cuando Warren sacó su carta maestra, Stanley, de la manga:

“Frank no se dio cuenta de lo nervioso que me puso al ponerme allí arriba. Y en realidad me ayudó a lidiar con mis propios miedos y ansiedades. Los superé. Y tal vez, al superarlos yo, Daniel también superó los suyos.”

La preparación para la segunda pelea contra Usyk ha sido más intensa que la anterior. Ha habido muchas indirectas por parte del equipo de Dubois sobre el tan comentado golpe al cuerpo que fue considerado un golpe bajo en el primer enfrentamiento. La respuesta del lado ucraniano ha sido que todo lo que Usyk necesitó fue usar su jab, y que la pelea, que terminó en el noveno asalto, fue sencilla.

Dubois empujó a Usyk cuando se encontraron en abril y luego le rugió en la cara cuando se vieron el martes, repitiéndolo en la rueda de prensa del jueves. Ha demostrado que está más preparado que nunca.

“Es hora de subir la temperatura y traer el caos”, dice. “Voy a restaurar el orden con la victoria.”

Una victoria estaría entre las más grandes y famosas en la historia del boxeo británico, y nada menos que en casa, en el Estadio Nacional.

“Son cuatro cinturones, nadie [en el Reino Unido] lo ha hecho nunca”, dice Warren cuando le preguntan si ese logro superaría cualquier cosa que hayan conseguido Joshua o Tyson Fury en el boxeo.

“Tiene que creer.”

Dubois interviene: “Tú creíste en mí, ¿verdad, Frank?”

“Por eso te firmamos, sí,” responde el promotor miembro del Salón de la Fama.

“Destino” es la palabra que ha usado el entrenador de Dubois, Charles, quien comenzó a trabajar con el londinense apenas 14 semanas antes de la primera pelea contra Usyk. Aunque los sueños que Stanley tenía para su hijo ya se han hecho realidad, una victoria sobre un invicto y gran campeón moderno como Usyk superaría aquellas visiones que tuvo en 1997.

“Todo se trata de tiempo,” dice. “Si Dios quiere, Daniel lo resolverá. Estoy seguro de que sorprenderá al mundo y se sorprenderá a sí mismo.

“Será una gran pelea y una gran victoria para Daniel Dubois.”