Normalmente, cuando Terence Crawford decide ingresar a una categoría de peso, lo primero que busca hacer es convertirse en el campeón de la división. No solo en un titular de cinturón, sino en el campeón.

Hay una diferencia entre ambos. Hoy en día, hay una proliferación de títulos en cada división: cinturones regulares, títulos interinos, cinturones de plata... el poseedor de esos títulos puede legítimamente llamarse campeón. Pero para ser considerado el campeón de la división, efectivamente debes ser el hombre que venció al hombre.

En las 135 libras, Crawford (41-0, 31 KOs) consiguió un título mundial, pero no se quedó lo suficiente para convertirse en campeón unificado. Sin embargo, en sus dos apariciones siguientes en las 140 y 147 libras, Crawford pasó a convertirse en un campeón indiscutido. Entonces, con el de 36 años recientemente mudándose a la división de peso superwelter, muchos asumieron que su objetivo número uno sería hacerlo de nuevo.

Sin embargo, después de años de ser criticado por sus rivales, Crawford reveló recientemente que está cansado de que arrastren su nombre por el barro.

"Para nada", admitió Crawford a Cigar Talk durante una reciente entrevista cuando se le preguntó si alguna vez estuvo en sus planes convertirse en indiscutido en las 154 libras. "Porque estoy mirando el panorama de la división de 154 libras. Hay muchos grandes peleadores, pero no hay muchas peleas legendarias en 154. Si derroto a Bakhram, van a decir ¿quién es Bakhram? Fundora ya ha sido noqueado".

Levantar el cinturón de la WBA de Israil Madrimov fue suficiente para que Crawford se convirtiera en campeón de cuatro divisiones, pero como él mismo menciona, no hay suficiente desafío en la categoría de peso superwelter como para que quiera quedarse mucho tiempo. Aunque circulaban rumores de que buscaría unificar la división, oficialmente está acortando su tiempo allí y seguirá adelante.

Como informó por primera vez The Ring, Crawford tiene previsto subir a las 168 libras para enfrentar a Canelo Álvarez en septiembre. Es un riesgo... un riesgo gigante, pero uno que llenará su cuenta bancaria con una cantidad astronómica de dinero. También cementará su legado. Si los detractores fueran un poco más amables con él, tal vez Crawford tendría una mentalidad diferente, pero como sus duras críticas no han cesado, está cansado de complacerlos.

"A lo largo de mi carrera, me han criticado y la gente me ha quitado méritos solo para intentar disminuir mis logros".