Conor Benn atribuye a su entrenador, Tony Sims, el mérito de haberlo mantenido motivado y de evitar que se alejara del boxeo.

Benn, con un récord invicto de 23-0 (14 KOs), finalmente se enfrentará a Chris Eubank Jr., 34-3 (25 KOs), en una esperada pelea de peso mediano este sábado por la noche en el Tottenham Hotspur Stadium. El combate encabeza la primera cartelera de boxeo organizada por Ring Magazine y será transmitido por DAZN en modalidad PPV.

Benn, de 28 años, inició su carrera profesional con muy poca experiencia en el boxeo amateur, pero su entusiasmo y agresividad compensaron sus carencias técnicas iniciales, y comenzó a mejorar de forma constante.

Ese impulso se vio interrumpido abruptamente cuando falló dos controles antidopaje realizados por la Asociación Voluntaria Antidopaje (VADA), antes de una pelea pactada en peso intermedio contra Eubank Jr. en octubre de 2022.

Desde que se conoció la noticia de los controles fallidos, Benn ha proclamado con vehemencia su inocencia. Mientras su proceso legal se desarrollaba en el Reino Unido, obtuvo una licencia de la Comisión Atlética del Estado de Texas y trasladó su carrera temporalmente a Estados Unidos.

En septiembre de 2023 reapareció en Orlando, mostrando una actitud desafiante tanto dentro como fuera del ring, al imponerse por decisión unánime en diez asaltos a Rodolfo Orozco.

Sin embargo, para cuando regresó a Estados Unidos a enfrentar a Peter Dobson en Las Vegas, en febrero siguiente, Benn admite que la situación había comenzado a afectarle emocionalmente.

Aunque logró una victoria clara por decisión unánime sobre el neoyorquino, su característica ferocidad estuvo ausente.

Mientras le quitaban las vendas en el vestuario tras el combate, Benn reconoce abiertamente que comenzó a preguntarse si valía la pena seguir peleando.

Agradece a Sims por mantenerlo enfocado hasta que, en noviembre pasado, el Panel Nacional Antidopaje independiente (NADP, por sus siglas en inglés) lo exoneró de cualquier infracción relacionada con los dos controles fallidos, autorizándolo a volver a competir en suelo británico.

“Tony me metió en la cabeza”, dijo Benn a The Ring.

“Solo hay que ver la pelea contra Dobson. Obsérvenla. No me importaba lo que viniera de regreso. ‘No hay forma de que me ganes. Ni siquiera sé por qué estoy peleando esta pelea. Sí, es genial encabezar una cartelera en Las Vegas, pero estoy huyendo’. Así me sentía en el fondo.”

“Regresé al vestuario justo después de la pelea contra Dobson, luego de pelear en Las Vegas, y pensé: ‘Ni siquiera sé si quiero seguir peleando’”, continuó.

“Pregúntales a la mayoría de las personas que están aquí en mi esquina. No sabía si quería continuar.”

“Mi entrenador fue quien me sostuvo, porque yo ya no tenía interés en pelear. Te lo prometo, ya no me interesaba.”

En lugar de forzarse a cumplir con el proceso mientras esperaba la resolución de su caso, Benn se refugió en el gimnasio, decidido a mantenerse en forma y preparado para volver con fuerza.

Tan pronto recibió el fallo a su favor, se le presentaron dos opciones que reavivaron de inmediato su deseo de competir.

En ese momento, se especulaba con que Benn debía tomar una difícil decisión: enfrentar al campeón mundial wélter del CMB, Mario Barrios, o continuar su histórica rivalidad con Eubank Jr. En realidad, solo había una opción posible.

“Fue una etapa aterradora para mí, porque esto es todo lo que conozco”, dijo sobre los meses que pasó esperando claridad sobre su carrera.

“Así que, si me lo quitaban, era como dejarlos ganar. Y eso fue lo que me mantuvo en pie. La terquedad y ese pensamiento de: ‘¿De verdad crees que te voy a dejar ganar?’ ¿Dejar que me quiten lo que amo hacer? No podía permitir que me arrebataran lo que más amo.”

“Cuando gané el caso y fui absuelto, empecé a pensar que tal vez todavía tengo esa chispa, porque sigo amando pelear; lo que odio es todo el ruido que lo rodea.”