El campeón mundial unificado de peso supermediano, Saúl "Canelo" Álvarez, sacudía la cabeza por la polémica decisión del pasado sábado por la noche, cuando el campeón de peso ligero Gervonta Davis empató en doce asaltos contra Lamont Roach en el Barclays Center de Brooklyn, Nueva York.
Durante el noveno asalto del combate, Davis aparentemente se giró y se arrodilló para pedir un tiempo muerto, ya que quería que su esquina le frotara la cara con una toalla. Davis afirmó que una sustancia a base de grasa, utilizada para su cabello, estaba escurriendo por su rostro y afectando su visión.
El árbitro Steve Willis recibió muchas críticas por no haber contado un nocaut cuando Davis se arrodilló. Además, algunos expertos consideraron que Davis podría haber sido descalificado cuando su esquina subió al ring para limpiarle la cara.
La pelea terminó en un controvertido empate mayoritario. El viernes, la Comisión Atlética del Estado de Nueva York confirmó oficialmente que el resultado del empate se mantendría.
"En mi opinión, fue un empate", dijo Canelo a HOT 97. "Se arrodilló. Debía perder ese asalto por 10-8, al menos. Además, la esquina subió y le puso una toalla en la cara, eso es una descalificación segura. Pero no es mi asunto. Estoy hablando de las reglas, pero no es mi asunto."