Fue una pelea cerrada y muy disputada, en la que Darius Fulghum y Bektemir Melikuziev se alternaron momentos de dominio. En cinco de los doce asaltos, la diferencia entre ambos fue de dos o menos golpes conectados.
Durante los primeros seis asaltos, Fulghum lanzó 200 golpes frente a los 184 de Melikuziev. Sin embargo, en la segunda mitad de la contienda, Melikuziev acortó esa diferencia en volumen ofensivo, lanzando 223 golpes contra los 224 de Fulghum.
Fulghum conectó 24 jabs más que Melikuziev, mientras que el uzbeko aterrizó 23 golpes de poder más que su rival. Melikuziev también dominó en golpes al cuerpo con una ventaja de 44 a 33.
En el inicio del duodécimo asalto, Melikuziev conectó una combinación al cuerpo y a la cabeza que envió a Fulghum a la lona por primera vez en su carrera profesional.
Ese knockdown compensó un punto que le había sido restado a Melikuziev en el séptimo asalto por sujetar excesivamente, y fue determinante en las tarjetas de los jueces.
Los tres jueces calificaron la pelea 114-112 a favor de Melikuziev.