Con unas cuantas victorias más en su haber,
Avious Griffin podría haberse perfilado como aspirante al título. Como mínimo, habría estado en la órbita de algunas peleas de alto perfil. Sin embargo, ahora tendrá que comenzar desde cero.
Julian Rodríguez parecía el escalón perfecto. Tenía un excelente récord, hablaba mucho fuera del ring, pero no parecía representar una amenaza descomunal. Aun así, el púgil de 30 años peleó como un hombre que no tenía nada que perder.
Griffin tuvo el control absoluto durante la mayor parte de la noche el pasado fin de semana. Peleó con gran técnica desde la distancia y fue más activo en los intercambios de corta distancia. Aunque pudo haber boxeado en el último asalto y asegurado la victoria por decisión, intentó cerrar el espectáculo con un nocaut. Desafortunadamente para él, la estrategia le salió mal.
Rodríguez conectó un izquierdazo milagroso en el décimo asalto, logrando una sorpresiva victoria por nocaut. Griffin se tomó un tiempo para procesar lo sucedido. Ahora, con la mente despejada, se niega a hundirse en la tristeza. Su primera derrota oficial en los registros es, en realidad, algo que le resulta familiar.
“He sufrido muchas derrotas en la oscuridad para llegar hasta aquí,” escribió Griffin en su cuenta de Instagram. “Esta que llegó a la luz ha sido difícil de tragar, pero ya saben cómo es esto. Vives por el arma, mueres por el arma... pero todavía no estoy muerto. Ya nos hemos recuperado de cosas peores.”
Griffin, quien pasó un breve período en prisión, intenta mantener una visión positiva, aunque no es un proceso sencillo.
A pesar de que su carrera marchaba según lo planeado, siempre ha llevado la mentalidad de ser el desvalido, y eso le ha funcionado en gran medida. No obstante, a sus 31 años, quiere llevar las cosas a otro nivel y demostrarle al mundo por qué ese apodo es más que una etiqueta: es un principio de vida.
“El próximo capítulo se llama ‘la definición del desvalido’. Nos vemos pronto.”