GLASGOW, Escocia - Aston Brown no puede ocultar la enorme sonrisa en su rostro. Hizo exactamente lo que prometió durante toda la semana, superando con contundencia al también invicto aspirante al peso mediano Reece Porter como si tuviera algo más importante que hacer.

La noche habría sido aún más dulce si su amigo y compatriota Josh Taylor hubiera cerrado la cartelera de 12 combates del 24 de mayo con una victoria, aunque el tema triunfal sigue intacto tras un segundo nocaut consecutivo ante un oponente invicto. Quiere que las grandes noches continúen en Escocia y cree que, a sus 34 años, está en el lugar adecuado para ayudar a hacerlas realidad.

Aparte de un intercambio bien intencionado pero algo incómodo con el ex campeón británico Nathan Heaney (18-2-1, 6 nocauts) en la parte televisada del evento, el oriundo de Glasgow cree que actuaciones de alto nivel como esta lo posicionarán perfectamente para conseguir un contrato sólido bajo el estandarte de Queensberry, la promotora de Frank Warren.

"Me encantaría un contrato con Queensberry, conseguir algún tipo de acuerdo estable que me permita enfrentar grandes nombres y pelear por grandes títulos", le dijo a The Ring después del combate.

"Espero que eso esté dentro de mis planes futuros. Primero hablaré con mi mánager y veremos qué podemos hacer, pero lo que quiero son grandes nombres y noches como esta otra vez".

El experimentado amateur Brown (8-0, 3 nocauts) debutó como profesional en octubre de 2015, en una cartelera que también contó con la segunda pelea profesional de Taylor y el entonces prometedor peso pluma Josh Pritchard, quien se dedicó al entrenamiento tras retirarse prematuramente por cambios en su escáner cerebral.

Fue breve en el ring al hablar de su futuro tras desmantelar a Porter, pero varios problemas fuera del cuadrilátero podrían haber llevado a Brown a un destino muy diferente.

Estuvo en prisión durante 21 meses tras admitir una agresión que causó lesiones graves y desfiguración permanente, entre otros cargos, en diciembre de 2019. Le contó a Boxing News las emociones encontradas que sintió al ser liberado durante la pandemia del coronavirus.

"Todo el mundo se sorprendió por mi tamaño: pesaba casi 16 stone [101 kg], había estado entrenando con pesas. Entré a una tienda de teléfonos para comprar unos auriculares y tenían pantallas de protección. Fui a pagar con dinero y la mujer me dijo que no aceptaban efectivo. Esto era todo nuevo para mí. No conocía ningún lugar en el mundo donde no aceptaran dinero; ella se apartó de mí. Ese día fue increíble, un día que nunca olvidaré. Salí en una condición mucho mejor que cuando entré."

Una búsqueda rápida en línea muestra artículos que afirman que la carrera de Brown fue truncada por una lesión, y su abogada defensora Rhona Lynch aseguró que la vida del ahora boxeador de 34 años "se salió de control" tras lesionarse los tendones de la mano contra el veterano búlgaro Giorgi Valevski hace una década.

Necesitó cirugía y su salud mental se deterioró durante una ardua recuperación, empeorada por la adicción a las drogas y la falta de lo único constante en su vida desde que era un niño.

También se puede encontrar que en su momento firmó un contrato promocional a largo plazo con Frank Warren y era considerado, junto a Taylor, una de las grandes promesas del boxeo escocés.

"He tenido más de 130 peleas como amateur y me he medido con los mejores en la WSB, así que no me tomará muchas peleas estar listo para disputar títulos. Mi objetivo es enfrentar a los mejores pesos medianos del ámbito nacional en los próximos años. Tengo hambre de éxito y quiero avanzar rápidamente", dijo en un comunicado de prensa.

Una década después, las expectativas se han moderado, pero las aspiraciones siguen siendo las mismas, con la aceptación de que, a su edad, el tiempo es cada vez más valioso.

"Con todo lo que he vivido en mi vida, ¿cómo voy a empezar a quejarme? Esto es divertido para mí, me encanta. La gente a veces se toma el boxeo demasiado en serio, pero yo no, esto es lo que disfruto", continúa.

"He pasado por el infierno y he vuelto, me dieron la oportunidad de regresar al deporte después de hacer algunas cosas bien, así que ¿por qué dejaría que eso se me escapara? Voy a darlo todo hasta lograr lo que creo que puedo alcanzar y hacer que todos —mi familia, amigos, mi prometida y mi niña— estén orgullosos de mí en el futuro, cuando todo esto haya terminado."

Habla con pasión sobre por qué tenía tanta confianza antes del derbi de Glasgow contra Porter (5-1, 3 nocauts), dado el enorme abismo en experiencia entre ambos, revelando que había recibido el aviso con tiempo suficiente y sabía que la agresividad del joven oponente jugaría a su favor.

"Tuve entre 12 y 14 semanas de preparación para Reece y sí, obviamente llevaba un tiempo sin pelear desde agosto pasado en Belfast, pero soy profesional y no subo demasiado de peso fuera de temporada.

"Me mantengo en el gimnasio y estaba listo, así que cuando llegó la llamada para esta pelea, estaba en una buena posición. Ya había visto cómo boxea él antes y sabía que si se me venía encima de esa manera, no acabaría bien para él. Alcanzamos el punto máximo cuando lo necesitábamos, ajustamos el entrenamiento según cómo me sentía, fue un campamento fantástico y una demolición en un solo asalto para cerrar, así que todo va bien."

Con el título del Área de Escocia colgado del hombro, ahora buscará transformar su primer cinturón profesional en nuevas oportunidades y mantenerse activo, después de haber sorprendido a Fearghus Quinn (9-1, 3 nocauts) con una victoria por nocaut técnico en el segundo asalto en DAZN anteriormente.

"Estoy absolutamente eufórico por ganar esto, no te lo puedes imaginar. He ganado varios de estos como amateur, muchos títulos por todo el mundo, pero tener este primero como profesional… esto es solo el comienzo."