Aunque la división de peso mediano ha sido relegada a un segundo plano en los últimos años, Aaron McKenna quiere ser el hombre que le devuelva el prestigio y la emoción que alguna vez la definieron. Y para él, todo comienza el 26 de abril, cuando se enfrente a Liam Smith.
El duelo forma parte de la esperada cartelera encabezada por Chris Eubank Jr vs. Conor Benn, que tendrá lugar en el Tottenham Hotspur Stadium este sábado por la noche. El evento es organizado por The Ring Magazine en asociación con SNK Games y será transmitido en vivo por DAZN PPV.
El irlandés McKenna cree que esta será una noche decisiva para su carrera.
“Va a ser un evento histórico”, dijo a The Ring. “No me pongo nervioso fácilmente, pero entiendo la magnitud de esta oportunidad.
“Vencer a Liam Smith va a hacer que muchas miradas se posen sobre mí, especialmente por la plataforma en la que se da. Es como si todo el Reino Unido fuera a estar viendo esta pelea. Y qué mejor ocasión para hacerlo que frente a alguien que noqueó a Chris Eubank Jr.
“La división de peso mediano está clamando por alguien que la revitalice. Está muriendo. Ya no es lo que era en los días de Marvin Hagler, ‘Triple G’ o Canelo. Necesita algo nuevo, y quiero ser yo quien tome el relevo.”
McKenna dejó su pueblo natal, Monaghan —una tranquila localidad ubicada entre Belfast y Dublín con menos de 8,000 habitantes— a los 16 años en busca de mayores oportunidades en el boxeo. Con su padre Fergal y su hermano Stephen, emprendió viaje rumbo a Los Ángeles.
Ahora, con 25 años, McKenna está convencido de que los nueve años que ha pasado entrenando en EE. UU., bajo la tutela de entrenadores legendarios como Robert García y Freddie Roach, y compartiendo ring con talento de élite, lo han preparado para lo mejor de su carrera.
“En Estados Unidos se consigue el mejor sparring del mundo,” afirma. “Siempre te preguntas quién será el próximo en entrar al gimnasio. Desde los 16 años he hecho sparring con campeones mundiales.
“Solo en este campamento entrené con muchos peleadores de nivel mundial, especialmente del gimnasio de Bo-Mac.
“El año pasado hice sparring con Terence Crawford en Las Vegas, fue una gran sesión previa a su pelea con [Israil] Madrimov. Aprendí muchísimo y él también quedó impresionado conmigo. Me dio consejos, me orientó... ese tipo de cosas te da una experiencia que suma muchísimo.”
El choque cultural también fue parte del viaje. Hoy, McKenna reside en Las Vegas, pero recuerda bien el impacto de mudarse de un pueblo irlandés a las luces de Hollywood.
“Fue un cambio enorme,” dice riendo. “Yo vivía literalmente en medio de la nada.
“Santa Mónica, Hollywood, Beverly Hills… solo lo había visto en películas. No sabía qué esperar, y mirando atrás, fue una locura.
“El clima fue una diferencia brutal comparado con Irlanda. Aquí hace sol, calor, puedes salir a correr a las 4 a.m. y aún así hace calor. Eso ayuda mucho al entrenamiento.”
El boxeo no siempre fue su plan principal. De niño, McKenna también practicó kárate y fútbol gaélico con sus hermanos.
“Empecé con kárate a los cinco o seis años, lo hacíamos Stephen, Gary y yo. Pero no había suficiente acción, nos aburríamos,” recuerda.
“También jugué fútbol gaélico. Pero empecé a boxear a los seis, y desde entonces me enamoré del deporte. A los 11 decidí que esto era lo mío, y nunca miré hacia atrás.”
La pelea entre McKenna y Smith tiene potencial para robarse el show. Ambos son peleadores directos, sin rodeos, y McKenna sabe que, estando en uno de los escenarios más importantes, le corresponde ofrecer espectáculo.
“Vengo a buscar el nocaut,” dice con firmeza. “En este deporte hay que ser emocionante.
“Si solo vas a intentar ganar por puntos, no es algo emocionante para el público. La gente ha pagado su dinero para vernos pelear.
“Hay que dar un espectáculo, como en los viejos tiempos. Eso es lo que el boxeo necesita ahora mismo.”
Una cosa es segura: si McKenna logra una victoria contundente este sábado, la categoría de las 160 libras volverá a tener vida, y su viaje de Monaghan a Las Vegas, pasando por Los Ángeles, habrá valido cada paso.