Dicen que puedes esperar una eternidad por un autobús… y de repente, llegan dos al mismo tiempo.

Aaron McKenna llevaba años buscando una oportunidad de alto perfil, pero el invicto peso mediano se había acostumbrado a que las peleas se cayeran en el último momento o que las negociaciones prometedoras se desvanecieran en el aire.

Este año, el irlandés de 25 años finalmente tomó el control de su destino.

McKenna, con récord de 19-0 (10 KOs), tuvo que elegir entre viajar a Kazajistán para retar al número uno del ranking de The Ring Magazine en peso mediano, Janibek Alimkhanuly, por sus títulos unificados de la OMB y la FIB, o protagonizar una pelea de alto calibre ante el curtido y talentoso Liam Smith, 33-4-1 (20 KOs), en la cartelera previa al esperado combate entre Chris Eubank Jr y Conor Benn.

El duelo entre Eubank Jr y Benn encabezará la primera velada organizada por The Ring Magazine, que se celebrará el sábado 26 de abril en el Tottenham Hotspur Stadium de Londres. DAZN transmitirá el evento.

Tras evaluar cuidadosamente los pros y contras de cada opción, McKenna decidió que, en esta etapa de su carrera, enfrentarse al ex campeón mundial OMB del peso superwelter, Smith, tenía demasiado sentido como para rechazarlo.

Anauel Ngamissengue ocupó el lugar de McKenna y, el 5 de abril, Alimkhanuly realizó una exitosa defensa de sus títulos al noquear en cinco asaltos al hasta entonces invicto peleador congoleño.

McKenna explicó a The Ring que, aunque una pelea ante Alimkhanuly sigue siendo una de sus grandes prioridades, la oportunidad de presentarse ante una audiencia global frente a un rival tan conocido y respetado como Smith ofrecía beneficios incuestionables.

“Estuvo muy cerca,” comentó sobre la posible pelea con Alimkhanuly.

“Ambas ofertas llegaron al mismo tiempo y yo me estaba preparando mentalmente para las dos.

“Pude haber peleado con Janibek allá en Kazajistán, pero junto a mi equipo tuvimos una buena charla, analizamos las dos opciones y decidimos apostar por esta, porque creemos que es la que más beneficiará mi carrera.

“La visibilidad que tiene este evento por sí solo, y luego ganar esta pelea, pondría muchos ojos sobre mí. Y esa pelea con Janibek seguiría estando disponible después.”

McKenna admite que la idea de enfrentar a Alimkhanuly era extremadamente tentadora, pero también era consciente de que, al aceptar ir a Astana, habría sido poco más que un actor secundario en el regreso triunfal del kazajo a casa.

Confiado en su talento, McKenna está seguro de que tendrá otras oportunidades titulares.

Sabe que vencer a Smith en un escenario de esta magnitud elevaría significativamente su estatus dentro del boxeo y le daría mucho más poder de negociación si —y cuando— se retomen las conversaciones para una pelea con el kazajo.

“Totalmente. Eso lo cambia todo. Después incluso podríamos enfrentarnos en otro sitio, en Estados Unidos o donde sea.”